El presidente de la Generalitat, José Montilla, ha asegurado hoy que los poderes públicos deben contar con la Iglesia y ha destacado la ayuda que presta a las personas necesitadas en una época de crisis económica como la actual y su contribución a la integración de los inmigrantes.
Montilla hecho estas declaraciones tras participar esta mañana en la inauguración de la nueva sede del Obispado de Sant Feliu de Llobregat, que ha contado con un presupuesto de siete millones de euros.
La reflexión del presidente catalán llega semanas antes de la visita del Papa a la capital catalana para consagrar el templo de la Sagrada Familia.
El president ha dicho que "el obispado dispone a partir de ahora de un espacio adecuado para las personas que trabajan pero también para las que por necesidad o voluntad se acercan a la iglesia" y ha destacado que el edificio se ha levantado con "el esfuerzo de muchos y ahora será un espacio de encuentro de la Iglesia y la comunidad".
Montilla ha subrayado la "sensibilidad" del obispado "en tiempos de crisis" y su "atención a los más necesitados".
El líder del ejecutivo catalán también ha ensalzado el papel de la iglesia y su contribución a la integración de los inmigrantes.
"En las 120 parroquias que forman parte de este obispado se atienden a muchos futuros catalanes" ha dicho Montilla, que ha destacado que la aproximación se ha de hacer desde el diálogo, la comprensión y el respeto.
Las obras para la construcción del edificio se han alargado durante tres años. El edificio tiene una superficie de 5.000 metros cuadrados repartidos en dos plantas.