El Pleno del Senado ha aprobado con el único voto en contra del PP una moción por la que insta al Gobierno a reformar el Valle de los Caídos conforme a la Ley de la Memoria Histórica, a transformarlo en un monumento que honre la memoria de "todos los fallecidos" en la Guerra Civil y de las víctimas de la represión franquista y en el que se fomenten "las aspiraciones de reconciliación y convivencia" de los españoles. En la moción se exige además derogar el decreto de 1957 que rige las actividades del lugar.
Sólo el PP votó en contra, aunque uno de sus senadores, Juan Pablo Sánchez, alcalde de Pastrana (Guadalajara), lo hizo a favor por equivocación. El portavoz del grupo, Juan Van-Halen, ha defendido el interés de su partido por despolitizar el Valle de los Caídos, pero ha advertido de que ese no es el objetivo de la iniciativa debatida hoy, sino el de eliminar la abadía benedictina y que así lo demuestra la "deriva peligrosa" que el Gobierno a su juicio ha tomado con respecto al Valle de los Caídos. El citado decreto de 1957 se dictó sólo para fundar la abadía, "no es otra cosa".
Van-Halen ha defendido que es una de las mayores basílicas excavadas del mundo y la segunda por su tamaño, además de uno de los monumentos más visitados de España. Y ha arremetido contra los comentarios de otros portavoces, en los que ha echado en falta conocimientos de historia.
"Para nada hubo 27.000 presos (trabajando allí). Hubo 2.500 y, al mismo tiempo, sólo 700 cada vez. No hubo más que 10 muertos en 18 años de obras. Todos los presos y libres cobraban el mismo sueldo y los presos pedían ir libremente porque tenían seis días de permiso. Es la historia, lean un poquito más, hombre", les espetó.
Otra intervención comentada por Van-Halen y otros portavoces ha sido la del nacionalista vasco Iñaki Anasagasti, que ha bromeado con la posibilidad de dinamitar el Monumento. "Pero igual, si se vuela, el hermano Francisco despierta y no conviene", ha agregado. "Me recuerda lo de los budas de Bamiyán de los talibanes", le ha respondido Van-Halen.
Ha defendido la iniciativa el senador de la Entesa Joan Josep Nuet (IU), quien tampoco ha compartido el comentario de Anasagasti porque su intención hoy era lograr el acuerdo y subrayar que el único objetivo de la moción es exigir al Gobierno que adecúe el monumento a la Ley de la Memoria.
"Nada más", ha asegurado, para aclarar que la basílica, la iglesia, todo el recinto, pueden y deben ser compatibles con honrar la memoria de los republicanos y que es necesario para ello "cortar el cordón umbilical" entre el Valle de los Caídos y el franquismo.
El senador, que ha dedicado la moción y el debate a José Antonio Labordeta, ha criticado que tres años después de la Ley de Memoria Histórica, ese paso no se haya dado. "La ley no se está aplicando, seguimos profundizando en esa división que el Valle de los Caídos cuando se construyó tenía como intención", ha dicho.
El senador ha recordado que el Monumento es propiedad del Estado y que la sociedad tiene por tanto derecho a opinar qué hacer con él. Mientras no se actúa, ha asegurado que "los grupos de ultraderecha campan a sus anchas" y se celebran "muchos días" misas en las que se recuerda "al hermano Francisco". "No es un benedictino, es el generalísimo Franco", ha dicho, para preguntar a los senadores: "¿Se imaginan que en la catedral de Colonia se recordase en una misa al hermano Adolf?".
Por parte del PSOE, Enrique Cascallana defendió una enmienda de su grupos a la moción, aceptada por Nuet, y por la que se incluye entre los objetivos de la reforma del Monumento el de rehabilitar y honrar a todos los muertos en la Guerra y por el franquismo y el de fomentar la reconciliación.
Enrique Cascallana recordó cómo se construyó el lugar y denunció entre otras cosas el traslado allí de docenas de cadáveres, "junto al verdugo" y sin consentimiento familiar. Por eso pidió que no sólo se elimine el carácter de mausoleo al dictador que a su juicio tiene el valle sino que se aproveche para enseñar la historia a las nuevas generaciones y fomentar la reconciliación.
En una línea similar se expresó el senador de CiU Josep Maldonado, quien lamentó que sea necesario darle un "toque de atención" al Gobierno por no haber transformado ya el Valle de los Caídos. El portavoz ha exigido al Ejecutivo que aproveche esta iniciativa para ir "más allá" y hacer inventario de todos los símbolos de la dictadura que quedan por retirar del espacio público.