Evangelio según San Mateo 2,1318
Después de la partida de los magos, el Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto y permanece allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo".
José se levantó, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto.
Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por medio del Profeta: Desde Egipto llamé a mi hijo.
Al verse engañado por los magos, Herodes se enfureció y mandó matar, en Belén y sus alrededores, a todos los niños menores de dos años, de acuerdo con la fecha que los magos le habían indicado.
Así se cumplió lo que había sido anunciado por el profeta Jeremías:
En Ramá se oyó una voz, hubo lágrimas y gemidos: es Raquel, que llora a sus hijos y no quiere que la consuelen, porque ya no existen.
Señor Jesús, las familias perseguidas hoy pueden poner los ojos en tí y encontrar consuelo y fortaleza para sufrir esa sinrazón de que unos hombres persigan a otros hasta darle muerte.
Apiádate de esta generación, Señor, que tan en contra de tu ley y de tu voluntad estamos actuando, con abusos e injusticias incontables contra pobres e inocentes.
Que los gritos, oraciones y sufrimientos de niños y mayores inocentes lleguen a ti, Señor, y alcancen la conversión de los malhechores.