Evangelio según san Juan (5,33-36)


En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos:

«Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis.

Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz.

Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar; esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado.»


Señor Jesús, todos podemos beneficiarnos de tu obra redentora, la que te asignó el Padre y que realizaste por amor a Él y a los hombres.

Aunque mi pobre vida no dé testimonio, ni frutos de santidad, sin duda tú eres nuestro Salvador. 

Creemos, Señor Jesús, que cumpliste el plan del  Padre y estamos redimidos por ti.