Evangelio según san Mateo (18,1214)


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«¿Qué os parece?

Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida?

Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.

Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños.»


Señor Jesús, claro que hemos experimentado la alegría de encontrar algo perdido, y mayor alegría, si es mucho el valor de lo hayado.

Lo que no sabemos como tú, es el valor del alma humana. Sólo tú sabes lo mucho que te hemos costado cada uno, no porque tenemos valor añadido por nuestras bondades, sino todo lo contrario. Cuánto más pecadores, más te costamos.

Atráenos a ti, Señor, de tal manera que sientas la alegría de sabernos en tu redil, y nunca más alejados de ti.