Evangelio según san Lucas (21,511)
En aquel tiempo, algunos ponderaban la belleza del templo, por la calidad de la piedra y los exvotos.
Jesús les dijo: «Esto que contempláis, llegará un día en que no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido.»
Ellos le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de que todo eso está para suceder?»
Él contestó: «Cuidado con que nadie os engañe. Porque muchos vendrán usurpando mi nombre, diciendo: "Yo soy", o bien "El momento está cerca"; no vayáis tras ellos. Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no tengáis pánico. Porque eso tiene que ocurrir primero, pero el final no vendrá en seguida.»
Luego les dijo: «Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos países epidemias y hambre. Habrá también espantos y grandes signos en el cielo.»
Señor Jesús, cuánto deseas que andemos en verdad, con lucidez y no deslumbrados por falsas apariencias.
Concédenos la luz de tu Santo Espíritu para ver lo que es esencial, duradero, verdadero. Que no me quede contemplando las grandezas humanas, sin reconocer tu acción invisible sobre ellas, y que tampoco me asusten, estando contigo, todas las tormentas y aflicciones por las que tenga que pasar.
Dios fuerte, en ti confío.