Evangelio según san Lucas (6,1219)
En aquel tiempo, subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Bajó del monte con ellos y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.
Señor Jesús, te damos gracias por los Apóstoles a los que elegiste para continuar tu obra, para anunciarnos tu Evangelio.
De todos nosotros esperas que seamos en el mundo una prolongación de tu estilo de vida: en la oración, en el trabajo de cada dia, en el apostolado.
Pon en mi corazón el deseo de escucharte y de ser curado de los males que me alejan de ti.
Danos, Señor, esa fuerza que sale de ti, la que percibían los que te escuchaban en el llano y al tocarte quedaban curados.