Evangelio según san Marcos 10,1316



En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban.

Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo:

«Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios.

Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»

Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.
 




Señor Jesús, nos queda constancia de que no te agradaba que alejaran de ti a los niños. 

Cómo estarás hoy de molesto, buen Jesús, cuando hay tantos niños que no te conocen -y a veces deseándolo ellos- porque los mayores no se lo facilitamos o se lo impedimos. 

Haznos sentir a todos en nuestro interior, el ánimo de complacerte en ese deseo tuyo de que los niños estén cerca de ti.

Haz, Jesús, que a todos les alcancen tus abrazos, tus caricias, tu bendición, tus consuelos.