Evangelio según san Juan 14, 1-6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Que no tiemble vuestro corazón; creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias; si no fuera así, ¿os habría dicho que voy a prepararos sitio?

Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.»


Tomás le dice:

«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?»


Jesús le responde:

«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.»




Señor Jesús, en ti lo tenemos todo: el camino, el compañero de camino, la luz, la fuerza, el alimento... y al final de la meta la estancia en la casa del Padre.

Contigo, siguiendo tus señales, no podemos perdernos en nuestro recorrido del camino, aunque haya sorpresas cada día, desánimos o cansancios. No caminamos solos. Y tú no nos presentas un camino y una meta si no nos dieras lo necesario para recorrerlo.

Sé siempre, Jesús, nuestro compañero de camino.