Evangelio según san Marcos 6,713

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos.
 
Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.

Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»

Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Señor Jesús, que lleven un bastón y nada más, les dices a tus discípulos. ¿Qué nos dices hoy a tus enviados?  Nada de seguridades fuera de ti. Nada de confianza en nosotros.
Llena nuestras alforjas, Señor,  de amor a ti, a tu Reino, con el deseo de hacer presente tu amor a cada persona redimida por ti. Que a todos nos llegue tu sanación.