El pasado viernes, el gobernador de Wyoming, Mark Gordon, dio luz verde a una ley que prohibirá la venta y distribución de la píldora abortiva. Se trata de una medida pionera en la lucha contra el aborto, ya que además de ser el primer estado en prohibir la píldora, supondría también la prohibición de la mayoría de los abortos en Estados Unidos: según datos del Instituto Guttmacher -una de las principales organizaciones proabortistas del país-, el 54% de los abortos se han cometido a través de la píldora en los últimos dos años.
La medida, que entrará en vigor el próximo 1 de julio, se une a las restricciones parciales al aborto impulsadas en Wyoming tras la revocación de Roe v Wade a comienzos del verano de 2022. Con esta nueva ley, el acceso y uso de estas píldoras con fines abortivos se castigará con penas de cárcel y multas de hasta 10.000 dólares.
El proyecto aprobado también castigará a los facultativos que prescriban el fármaco o a los establecimientos o personas que lo vendan, pues el texto recoge como "delito grave" prescribir, vender o usar “cualquier droga con el fin de procurar o realizar un aborto”.
Aunque de aprobarse la medida será de aplicación exclusiva en Wyoming , podría verse replicada a nivel estatal.
Según informa EFE, la mifepristona -uno de los componentes principales de la píldora abortiva- podría ser prohibida a nivel estatal al estar actualmente en proceso judicial después de que Alianza por una Medicina Hipocrática denunciase a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) por la aprobación de medicamentos con este compuesto para abortar.
El caso está en manos del magistrado Matthew Kacsmaryk, nombrado por Donald Trump. Al ser un juez federal, si decide fallar a favor de la prohibición, esta sería aplicable en todos los estados.
La noticia tiene lugar en plena campaña de Cuaresma de 40 Días por la Vida, que lleva la oración por el fin del aborto ante clínicas abortistas de todo el mundo.
El 54% de los abortos es con la píldora
La mifepristona, que fue aprobado por el órgano regulador en el año 2000, ha estado en el centro del debate del aborto en EE.UU. en las últimas semanas.
La cadena de farmacias Walgreens decidió a inicios de marzo que no distribuirá píldoras abortivas en los estados con gobiernos republicanos o donde los funcionarios de este partido hayan amenazado con demandar si se ofertan los fármacos.
La decisión de la empresa llegó después de que la FDA emitiera una normativa que permitiría la venta de medicamentos abortivos en sus establecimientos.
La mifeprostona es usualmente empleada junto con el misoprostol para interrumpir el embarazo antes de finalizar el tercer mes de gestación.
Los abortos con este tipo de medicamentos han supuesto el 54% de las interrupciones de embarazos en EE.UU. en los últimos dos años, según datos del Instituto a Guttmacher.