El pasado viernes 22 de enero era el triste aniversario del fallo Roe vs. Wade, la decisión del Tribunal Supremo de EEUU que en 1973 despenalizó el aborto en toda la nación. En realidad, esta sentencia se ha sostenido durante casi 50 años con precarios alfileres jurídicos y podría ser desmantelada por una nueva decisión del Supremo.
Por eso, poco después de tomar posesión de su cargo, el viernes 22 el nuevo presidente Biden y la vicepresidenta Kamala Harris emitieron una declaración insistiendo en que estaban "comprometidos" en convertir la sentencia judicial en leyes abortistas y en nombrar jueces federales proaborto (aquí en inglés).
“La administración Biden-Harris está comprometida a codificar Roe vs Wade y nombrar jueces que respeten precedentes fundamentales como Roe”, decía su declaración conjunta.
Aunque Joe Biden presume a menudo de declararse católico y acudir a misa, su apoyo al aborto y a políticas anti-vida y anti-familia ha sido constante durante décadas.
Respuesta de los obispos: "es perturbador"
El Comité de Actividades Provida de los obispos católicos respondió a esa declaración con una nota contundente: “Es profundamente perturbador y trágico que un presidente alabe y se comprometa a codificar un fallo de la Corte Suprema que niega a los niños no nacidos su más básico derecho civil, el derecho a la vida bajo el eufemismo de servicio de salud”,
“Firmemente exhortamos al presidente a rechazar el aborto y a promover la ayuda a favor de la vida de las mujeres y las comunidades necesitadas”, afirmaba la nota firmada por Joseph Naumann, arzobispo de Kansas City, como responsable del Comité de Actividades Provida de la USCCB.
Joseph Naumann, arzobispo de Kansas, es quien está al frente del comite de actividades provida de los obispos de EEUU, y ha respondido a las declaraciones de entusiasmo abortista de Kamala y Biden (foto de Scott Maentz, via Flickr)
Los obispos destacaron que el fallo Roe vs Wade no constituye un “avance en los derechos y la salud de las mujeres” y recordaron que un católico no puede favorecer el aborto, haciendo alusión al catolicismo del que suele hacer alarde Biden, quien citó a San Agustín en su discurso inaugural y ha puesto una foto del Papa Francisco en la oficina oval de la Casa Blanca.
“Aprovecho esta oportunidad para recordar a los católicos que lo establece el Catecismo: ‘Desde el siglo primero, la Iglesia ha afirmado la malicia moral de todo aborto provocado. Esta enseñanza no ha cambiado; permanece invariable’”, señaló el arzobispo de Kansas.
“Las autoridades públicas son responsables no solo por sus creencias personales sino por los efectos de sus acciones públicas. La elevación del aborto del fallo Roe a la categoría de derecho protegido así como la eliminación de las restricciones estatales allanaron el camino para la muerte violenta de más de 62 millones de niños no nacidos inocentes, al igual que para innumerables mujeres que experimentan el dolor de la pérdida, el abandono y la violencia”, continuó el Arzobispo.
Las promesas abortistas de Biden y Kamala
En su nota celebrando el 22 de enero, Biden y Kamala declaraban que “en los últimos cuatro años, la salud reproductiva, incluyendo el derecho a elegir, ha estado bajo un ataque extremo y despiadado”, indica la declaración presidencial. "Salud reproductiva" y "derecho a elegir" son las palabras que usan las empresas abortistas para referirse al aborto.
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