Es característico de la sociedad norteamericana el divorcio entre su establishment universitario y su realidad sociológica tal como se expresa en las urnas. Gobierne quien gobierne en la Casa Blanca y en el Capitolio, las universidades son feudos demócratas en proporciones abrumadoras.

Un reciente estudio lo corrobora, y con un dato especialmente significativo: si la proporción entre demócratas y republicanos es, en general, de 10 a 1, en el caso de los departamentos de Religión es de 70 a 1.

El autor de la investigación es Mitchell Langbert, profesor asociado de administración de empresas en el Brooklyn College, quien examinó la afiliación partidista o registro de voto de 8688 profesores titulares en 51 de las 60 principales instituciones de enseñanza superior que figuran en el listado de US News & World Report. Aunque hay un 37,8% de profesores no registrados o con registro no definido, el estudio incluyó preguntas que permitían determinar la orientación política de todos ellos.

El resultado general fue una superioridad demócrata general de 10,4 a 1.

Por áreas de conocimiento, el resultado es aún más significativo. En Comunicaciones [Periodismo] (108 a 0) y Antropología (56 a 0), sencillamente no hay republicanos. Y la siguiente materia en cuanto a desproporción es la Religión: 70 profesores demócratas por cada profesor republicano, la tercera mayor proporción.


En vertical, las materias. En horizontal, la proporición entre demócratas y republicanos, salvo en los casos de Antropología y Comunicaciones [Periodismo], donde no puede calcularse por ausencia de denominador. Fuente: National Association of Scholars.

Esta diferencia no tiene una trascendencia exclusivamente política.

En la cuestión del aborto, por ejemplo, el palpable escoramiento provida del Partido Republicano (bastante generalizado, aunque no en todos sus representantes con la misma intensidad) ha ido en paralelo a un todavía más palpable escoramiento pro-aborto del Partido Demócrata, hasta el punto de que (a semejanza de lo dicho y hecho por el Partido Popular en España), sus dirigentes han decidido laminar a los pocos candidatos o representantes provida que les quedaban

De hecho, Planned Parenthood, que dirige la mayor red de abortorios del país, ha ido concentrando sus financiaciones de campaña casi exclusivamente en candidatos demócratas, como muestra esta estadística referida a los once últimos ciclos de elecciones legislativas:

1998: 93% - 7%
2000: 93% - 7%
2002: 87% - 12%
2004: 90% - 10%
2006: 91% - 8%
2008: 98% - 2%
2010: 99% - 1%
2012: 99% - 1%
2014: 100% - 0%
2016: 98% - 1%
2018: 98% - 0%

(Los restos van para candidatos no adscritos.)

La financiación abortista al Partido Demócrata, ya abrumadoramente mayoritaria, se hizo exclusiva a raíz de la llegada de Cecile Richards a la presidencia de Planned Parenthood en 2006 y de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos en 2008, hasta el punto de que numerosos actos de campaña de Hillary Clinton en 2016 parecieron indistinguibles de actos promocionales de la multinacional del aborto.