Planned Parenthood anunció el miércoles que MacKenzie Scott, ex esposa de Jeff Bezos, presidente ejecutivo de Amazon, les ha hecho entrega de 275 millones de dólares. Según la propia compañía, es el mayor donativo recibido de un único donante en toda su historia.
Bezos y Scott anunciaron conjuntamente su separación en enero de 2019, poniendo fin a veinticinco años de matrimonio, del que nacieron cuatro hijos. Ambos han establecido luego nuevas relaciones. Como parte del acuerdo de divorcio, MacKenzie recibió un 4% de las acciones de Amazon, valoradas entonces en 38.000 millones de dólares.
Jeff Bezos y MacKenzie Scott, en los días de su matrimonio.
Las asociaciones provida estadounidenses señalan desde hace años la colaboración de Amazon con el aborto a través de su programa Amazon Smile, que permite seleccionar, entre las entidades benéficas que reciben el 0,5% de cada compra, al propio Planned Parenthood o a fundaciones abortistas como Naral.
El temor a una sentencia provida
El carácter ideológico del donativo de Scott queda claro en la propia contextualización que ha hecho Planned Parenthood de la "generosidad" de MacKenzie. Según su presidenta, Alexis McGill Johnson, ante "el ataque más serio que se ha visto en una generación a la atención a la salud reproductiva y sexual", hay que "redoblar esfuerzos" para garantizarla, "incluyendo el aborto".
Ese "incluyendo", como si se tratase solo de una parte más de la actividad de Planned Parenthood, esconde la realidad, pues los datos recabados por Live Action señalan que en los últimos años su oferta sanitaria, que es la que alega para reclamar subvenciones públicas, se ha desplomado al tiempo que se incrementaba su dedicación cada vez más exclusiva al aborto.
De hecho, su anterior presidenta, Leana Wen, dimitió en julio de 2019, tras solo ocho meses en el cargo, por discrepancias con el consejo de administración de Planned Parenthood, dado que ella quería un modelo de negocio más diversificado y no tan centrado en el aborto.
El "ataque" que lamenta Planned Parenthood es el creciente número de disposiciones provida en los estados republicanos, así como la probabilidad de que el Tribunal Supremo, donde hay una mayoría provida gracias a los tres nombramientos judiciales que pudo hacer Donald Trump durante su mandato, revierta la sentencia Roe vs Wade que en 1973 declaró el aborto como parte del derecho constitucional a la intimidad. Presumiblemente, la ley de Mississippi que prohíbe el aborto después de los 15 meses será declarada constitucional, cambiando la doctrina judicial que ha permitido más de 60 millones de abortos en Estados Unidos en los últimos cincuenta años.