La Fundación BVM (Bendita Virgen María) fue creada para comprar este abortorio, algo que al final consiguieron en septiembre de 2015. Y fue finalmente este pasado mes de diciembre cuando fue inaugurado bajo el nombre de Centro Médico Madre de Misericordia.
Estas instalaciones han pasado de matar bebés a atender a pobres, inmigrantes o personas sin seguro médico. “Definitivamente el Espíritu Santo tiene una idea clara sobre el momento justo”, aseguran desde la fundación.
El nuevo centro de salud a la organización benéfica Catholic Charities de la Diócesis de Arlington y fue el propio obispo, Michael Burbidge, el que quiso bendecir personalmente las nuevas instalaciones.
En el centro médico dedicado a la Virgen María trabajan médicos, enfermos y traductores de manera voluntaria. El director, el doctor Scott Ross, afirmó al Washington Post que todo el personal de este nuevo centro médico se ha visto “alentado” al saber que son en verdad “parte de algo bueno” surgido en un lugar en el que antes se practicaban abortos.
El director recuerda ahora que antes de que la fundación Bendita Virgen María comprase el abortorio él acudía a las puertas del lugar a rezar, tal y como hacen miles de activistas provida ante estos centros. Ahora, sin embargo, trabaja en el interior de esos muros.
Pero además, la fundación tuvo otra ingeniosa iniciativa, tal y como cuenta Aciprensa. Mantuvo el número de teléfono del centro abortista, que ahora ha sido redirigido a un centro de ayuda a mujeres embarazadas que se ha ubicado junto a esta nueva clínica gratuita.