Tres meses y medio después volvió a su escaño en Washington tras haber sufrido varias fracturas y lesiones en órganos internos lo que le ha obligado a someterse a varias intervenciones quirúrgicas. Fue recibido con una ovación por sus compañeros y una vez que pudo dirigirse a la Cámara, Scalise habló del poder de la oración y de su encuentro con Dios tras el ataque.
“Definitivamente soy un ejemplo vivo de que los milagros suceden”, dijo s sus compañeros, antes de reconocer “lo bien que se siente uno de estar de vuelta”.
Tal y como recuerda Catholic News Service, el congresista Scalise es un católico feligrés de la parroquia de Santa Catalina de Siena de Metairie, en Louisiana, junto con su esposa Jennifer y sus dos hijos.
En la Cámara explicó que estos meses han sido un reto para él y su familia pero el amor, el calor y sobre todo la oración recibidos les dieron la “fortaleza para superar todo esto”.
“Todo empieza con Dios”, dijo Scalise, haciendo referencia a que en cuanto fue disparado y cayó al suelo sin poder moverse “empecé a rezar”. “Os diré que me dio una increíble sensación de calma saber que en ese momento estaba en manos de Dios”, aseguró.
Asimismo, el congresista republicano explicó que rezó por cosas concretas y que muchas de esas oraciones fueron respondidas, lo que ha generado “una fe renovada y la comprensión de que el poder de la oración es algo que no se puede subestimar”.
Por todo ello, Scalise agradeció también a los colegas de ambos partidos su apoyo y oraciones y aseguró que el ataque sí le ha cambiado, “pero no de la manera que se podría pensar” sino que esta experiencia le fortalecido su fe en Dios y su creencia en la bondad de las personas al poder observar cuánta gente se volcó con él.