El atacante logró herir a varias personas, entre ellas varios agentes y un asesor, pero quien se llevó la peor parte fue uno de los líderes de republicanos de la Cámara de Representantes, Steve Scalise, que recibió un disparo a la altura de la cadera. Era el que estaba más cerca del pistolero, James T. Hodgkinson, un fanático del demócrata Bernie Sanders y anti-Trump.
Rápidamente fue atendido por otros republicanos y las fuerzas de seguridad. Scalise, médico de profesión, fue dirigiendo a sus compañeros cómo debían atenderle hasta que fue trasladado al hospital. Según El País, el congresista republicano está en estado crítico pese a que antes de ingresar pudo hablar con su mujer.
El congresista Scalise es un católico devoto de Lousiana que acude todos los domingos a misa con su mujer y sus dos hijos. Es además el tercer republicano en el escalafón en la Cámara de Representantes, siendo por tanto un líder importante en el partido y desde esa posición ha defendido la causa provida, del que es un destacado defensor. De hecho, es considerado por grupos que defienden al no nacido como uno de los congresistas “top” en esta causa.
“El derecho a la vida es nuestro más preciado don de Dios y es ofensivo e inaceptable que un solo centavo de los contribuyentes sea enviado a una organización que aborta sistemáticamente bebés y vende las partes de su cuerpo. Los republicanos de la Cámara seguirán promoviendo una cultura que respete la vida en cada etapa”, declaraba recientemente este congresista herido a Life News, sobre los escándalos de Planned Parenthood.
Muy activo en la Cámara se mostró también contra el Obamacare, que obligaba a organizaciones religiosas a incluir en los seguros médicos de sus empleados anticonceptivos, atentando igualmente contra la libertad religiosa.
“Este mandato radical de la Administración Obama es un ataque a las libertades religiosas garantizadas para todos los estadounidenses por la Declaración de Derechos”, afirmaba Scalise.
Sobre este mismo asunto agregaba que “las organizaciones religiosas y los contribuyentes que trabajan duro no deben ser forzados por el gobierno federal a pagar los medicamentos que inducen al aborto, anticonceptivos, esterilizaciones en sus planes de salud”.