Lo que más llama la atención es que pese a que la práctica religiosa está cayendo en el país, la afiliación religiosa de la Cámara sigue siendo igual de cristiana que décadas atrás, aunque variando sobremanera el número de católicos.
De este modo, el 91% de los congresistas, 491 de 535, se definen a sí mismos como cristianos aunque el Pew Research Center incluye en esta clasificación también a los mormones, que suman 16 escaños.
Entre los 293 congresistas del Partido Republicano esta mayoría es aún más abrumadora pues todos menos dos se identifican como cristianos. Los dos restantes son judíos.
En el Partido Demócrata está algo más repartida. Entre los 242 demócratas hay 28 judíos, tres budistas, dos hindúes, dos musulmanes, un unitario universalista (una especie de movimiento religioso liberal) así como el único representante no afiliado religiosamente. Además, otros diez congresistas demócratas se niegan a declarar su adscripción religiosa.
El actual presidente de la Cámara de Represantentes, Paul Ryan, es republicano y un declarado católico
En la Cámara el total de católicos asciende a 168, lo que representa el 31,4% del Congreso mientras que en la actualidad los católicos representan son el 21% de los estadounidenses.
Aunque los protestantes son 299 una vez desglosado en las distintas iglesias y comunidades los más numerosos serían los baptistas (72) y los metodistas (44), en realidad muy lejos de los católicos y sus 168 asientos. Además, en el Congreso hay cinco cristianos ortodoxos.
En el Partido Republicano el 67% de sus congresistas son protestantes mientras que el 27% son católicos. Entre los demócratas la cosa queda así: el 42% son protestantes y el 37% católicos.
El Pew Research Center concluye que grupos religiosos como los protestantes, católicos y judíos tienen una mayor representación en el Congreso que en la población de EEUU. Por ejemplo, los judíos son el 2% de la población del país pero el 6% de los congresistas.
Por su parte, otros grupos como los budistas, mormones, musulmanes y cristianos ortodoxos están representados en el Congreso en aproximadamente la misma proporción que en el país. Sin embargo, los “no afiliados” son los que están claramente poco representados en el Congreso pues sólo tienen un representante cuando el 23% del país se define de esta manera.