Matthew Archbold, un analista del Creative Minority Report, los enumera en el National Catholic Register.
En Estados Unidos los jueces crean jurisprudencia con casos extremos individuales, que son recurridos y acaban en el Tribunal Supremo, que dicta sentencias aplicables a todo el país. Los jueces del Tribunal Supremo lo son de por vida, y los eligen el Presidente y el Parlamento. Estos jueces sirven en el cargo hasta que deciden retirarse por edad o se mueren.
Obama, por ejemplo, quería sustituir al difunto juez católico y provida Antonin Scalia por el abortista Merrick Garland, pero los republicanos en el Parlamento lo lograron aplazar esperando las elecciones.
Donald Trump prometió designar jueces con valores provida e incluso hizo circular una lista de sus candidatos. Además, hay varios jueces de edad avanzada que pronto habrá que sustituir: Ruth Bader, de 83 años, Stephen G. Breyer, de 78, y Anthony M. Kennedy, de 80.
¿Quién sustituirá al difunto juez Scalia, que era católico y provida, en el importantísimo Tribunal Supremo? Y hay otros 3 jueces de edad avanzada que pronto podrían necesitar sustituto
Hay numerosas leyes sobre aborto o ideología de género en distintos estados que están avanzando hacia el Tribunal Supremo: los jueces que Trump y su equipo designen establecerán el sentido de leyes a nivel nacional durante décadas.
Planned Parenthood, la gran patronal del aborto en EEUU, fundada por la eugenetista, racista y esotérica Margaret Sanger en 1921, recibía con Obama cada año 500 millones de dólares de los contribuyentes, que usaba para apoyar políticos afines a su lobby y al aborto y para amedrentar judicialmente a activistas provida como David Daleiden y Sandra Merritt, autores de los vídeos con cámara oculta en los que directivos abortistas ponen precios a partes de bebés mientras se ríen.
Cuando una administración pública o un Estado del país intentaba retirar fondos a Planned Parenthood, Obama amenazaba con quitar financiación federal a ese Estado o administración. Ahora todo eso cambiará. Las asociaciones provida presionarán a los políticos, sobre todo republicanos, para que ni un dólar público financie a la industria del aborto y Obama ya no estará para defenderla. Por eso Planned Parenthood, en un tuit al avanzar la noche electoral, publicaba: “Aterrorizados. Esperanzados. Pero realmente aterrorizados”. Esos 500 millones de dólares anuales van a desaparecer rápido.
Manifestación que pide retirar el dinero público a la patronal del aborto, Planned Parenthood: las administraciones con Obama le daban 500 millones de dólares al año
Las leyes de ideología de género en Madrid, Cataluña, Andalucía y otras regiones españolas son draconianas y brutales comparadas con el mandato escolar transgénero de Obama, pero la diferencia es que en España las leyes se aprueban pero a menudo tardan un tiempo largo en aplicarse, desarrollarse o financiarse, mientras que en Estados Unidos enseguida se aplican con casos-bandera y multas ejemplares.
El mandato escolar transgénero de Obama obligaba a todas las escuelas públicas de EEUU a permitir que cada alumno (niño o adolescente) usara que cuarto de baño y el cuarto de vestuario que quisiera, según se autodeclarase hombre o mujer (u otra cosa). Ni siquiera le bastaba que hubiera una sala especial transgénero: cualquier hombre que se autodeclarase “de identidad femenina” podría entrar al cuarto de las chicas, desnudarse, mirarlas, etc...
"Relájense, señoras, que soy transgénero", dice el personaje al entrar en el lavabo de señoras; la ley de lavabos escolares de Obama lo permite
Trump ha dicho que esta legislación la dejará a los estados. Eso ya es un mazazo para la ideología de género, que iba a usar los cuartos de baño como campo para obligar a todas las escuelas a aceptar sus postulados.
A golpe de leyes de género y de casos judiciales, durante la era Obama se ha erosionado la libertad religiosa: fotógrafos cristianos, pasteleros cristianos, floristas cristianas, universidades cristianas, etc… han sido juzgados y condenados con multas desorbitadas por negarse a colaborar en bodas del mismo sexo que repugnaban a su conciencia. Estos casos irán avanzando hacia el Tribunal Supremo. El país debate sobre la objeción de conciencia de los cristianos y la libertad religiosa, que antes se consideraba una piedra angular de la nación.
Este matrimonio de pasteleros de Oregón ha sido acribillado por denuncias del lobby gay y la fiscalía porque se negaron a hacer pasteles para una boda del mismo sexo
Hilary Clinton declaró en campaña: “Las creencias religiosas y las fobias estructurales han de modificarse. Los gobiernos deben emplear sus recursos coercitivos para redefinir los dogmas religiosos tradicionales“. Y no se refería a conceptos como la yihad islámica, sino a la idea de que el matrimonio lo forman hombre y mujer, o que hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.
Por el contrario, Donald Trump prometió: “Defenderé vuestras libertades religiosas y el derecho a practicar libremente vuestra religión, como individuos, dueños de negocios e instituciones académicas”.
El elemento más visible de acoso a la libertad religiosa es la normativa que obliga a las Hermanitas de los Pobres a financiar mediante seguros médicos la anticoncepción o los abortos de sus empleados. Y si no lo hacen, se les amenaza con multas brutales. El dinero que los cristianos dan con fines cristianos se dedicará a prácticas anticristianas e inmorales por orden presidencial.
Las Hermanitas de los Pobres dieron visibilidad en la prensa al acoso de Obama contra las entidades que por razones de conciencia y religión se niegan a financiar abortos o anticoncepción, prácticas que repugnan a la conciencia cristiana
Cada vez que empresas y entidades religiosas –cristianas, judías, mormonas- intentaban objetar a esto se encontraban con denuncias de la administración o lobbies afines y amenazas de multas. Pero Donald Trump ya anunció que las normativas del Obamacare serían eliminadas y sustituidas.
Por supuesto, la forma práctica en que todo esto se desarrolle puede ser de lo más diversa, y no siempre del todo satisfactoria para las exigencias provida o profamilia.
Brian Fisher, presidente de Human Coalition, una potente organización provida, avisa de que "si esperamos que el gobierno acabe con el holocausto del aborto quedaremos decepcionados, siempre; es la cultura, no solo las leyes, lo que hay que cambiar".
Pero el optimismo se extiende en las asociaciones provida. "Esta victoria electoral significa el final del mandato HHS. vemos luz brillando al final del túnel", declaró el Padre Frank Pavone, de Sacerdotes por la Vida.
"Debido a los compromisos provida del presidente electo Donald Trump durante la campaña, ahora tenemos la posibilidad de hacer avanzar la agenda provida de forma significativa", asegura Lila Rose, presidenta de Live Action.
"Este es el momento de hacer sentir la presión a las nuevas administraciones bajo la presidencia de Trump, para asegurar que se cumplen las promesas, que los inocentes son protegidos y quel corrupto cártel del aborto es derrotado contundentemente", anima Troy Newman de la asociación Operación Rescate.