Donald Trump no fue siempre provida, pero en su entrevista con Raymond Arroyo en EWTN (la mayor cadena de televisión católica del mundo, fundada por la Madre Angélica) se mostró "feliz" de ese "cambio personal" y contó (minutos 4:00 a 5:10) el origen de esa transformación. En una pareja que él conocía bien, en la que la mujer estaba embarazada, uno quería tener el niño y el otro abortarlo. "Tuvieron el niño, y el niño es hoy una persona extraordinaria a la que conozco, y eso me impactó", explicó.


La posición de Trump sobre el aborto se plantea entre los minutos 4:00 y 5:10.

En la carrera hacia la Casa Blanca, Trump se enfrenta a Hillary Clinton, que si bien puede disputarse con Barack Obama el premio al candidato más militantemente abortista de la historia (él ya era conocido como tal como senador, y sus ocho años en el Despacho Oval lo han confirmado), supera al actual presidente en un dato: para apoyarla a ella, la multinacional del aborto Planned Parenthood rompió en enero por primera vez formalmente su neutralidad política, por no hablar de la generosa financiación a su campaña.


Tras quedar desacreditada en julio de 2015, gracias a la investigación de David Daleiden, como una asociación que se lucra con la venta de los órganos de los niños a los que mata, y ver por ello amenazada su financiación pública, la multinacional del aborto Planned Parenthood decidió apostarlo todo a una carta: Hillary Clinton. En la foto, la aspirante demócrata junto a la presidenta de la compañía, Cecile Richards, en enero de este año, en el lanzamiento de la campaña presidencial.

Por estos motivos, dos destacados dirigentes de la causa provida en Estados Unidos han publicado este sábado, a escasas fechas ya del 8 de noviembre, un artículo conjunto en Washington Examiner para defender el voto a Trump. Se trata del padre Frank Pavone, presidente de Priests for Life [Sacerdotes por la Vida], y de Marjorie Dannenfelser, presidenta de la Susan B. Anthony List, un lobby provida que hace seguimiento de la actividad provida o pro-aborto de todos los políticos del país para servir de orientación del voto. (Pincha aquí para ver la comparativa que han realizado entre Trump y Clinton y entre sus vicepresidentes Mike Pence y Tim Kaine.)


Marjorie Dannenfelser es la presidenta da la Lista Susan B. Anthony. Susan Brownell Anthony (18201906) fue una de las pioneras del movimiento feminista, contraria al aborto como muchas de ellas.

A continuación reproducimos el artículo en su integridad:


Un reciente artículo de opinión en el Washington Examiner se preguntaba si Donald Trump merece el apoyo de los provida, y afirmaba que los líderes provida “nos deben… una estimación sincera de lo que se espera que haga Trump” como presidente. Eso es precisamente lo que los presidentes de la Susan B. Anthony List y de Sacerdotes por la Vida hemos hecho durante toda la campaña: defender que Trump es la mejor opción para los provida en estas elecciones.
 
Donald Trump no fue siempre provida. No habla sobre este asunto como un activista que lleva décadas en esta lucha. Habla sobre la vida, sin embargo, con la pasión y el entusiasmo de un converso. Nuestro movimiento, repleto de conversos, debería por eso fiarse de él.
 
En el último debate presidencial, Trump describió el horror el aborto por nacimiento parcial. Hizo un servicio a todos los votantes forzando a Hillary Clinton a reconocer sus posiciones extremistas en apoyo de este procedimiento y de la difusión del aborto libre. ¿Puede alguien imaginar a Mitt Romney u otros anteriores candidatos republicanos describir con valentía un aborto tardío y proclamando sin complejos las convicciones provida sólo semanas antes de la elección?


Donald Trump y Hillary Clinton expusieron con absoluta claridad sus contrapuestas posiciones respectivas sobre el aborto durante el tercero de sus debates, el 19 de octubre.

El compromiso de Trump con la vida se han ido fortaleciendo con el tiempo. Su círculo próximo incluye líderes provida del máximo nivel: Kellyanne Conway [su jefa de campaña, 49 años, católica y madre de cuatro hijos], David Bossie [su coordinador de campaña, 51 años, padre de cuatro hijos, bombero voluntario, presidente de la asociación conservadora Citizens United] y John Mashburn [su director político, abogado y asesor político con un largo currículum de activismo provida]. Su compañero de candidatura, el gobernador Mike Pence, es un pionero provida que ha dedicado toda su carrera a luchar para quitar subvenciones a la industria del aborto y ayudó a convertir Indiana en uno de los estados más seguros del país para los niños no nacidos y sus madres.
 
Lo que es más importante, Trump ha sido firme en su compromiso con cuatro políticas provida concretas: la ley de protección de los niños no nacidos en edad de experimentar dolor, que protegerá a los niños que han superado la mitad del embarazo; nombramiento de jueces provida para el Tribunal Supremo; supresión de la financiación pública de Planned Parenthood en la medida en la que realicen abortos; y convertir en permanente la enmienda Hyde que impide la financiación pública del aborto libre.


No son castillos en el aire: muchos avances provida que han tenido que esperar mucho con un presidente pro-aborto podrían ser un objetivo realista con Trump en la Casa Blanca y un Senado provida.
 
No olvidemos que el compromiso entusiasta de Clinton con el aborto llega a un nivel sin precedentes. Si Clinton y el Partido Demócrata logran su objetivo y rechazan la enmienda Hyde, más de 60.000 niños serían abortados cada año con dinero público. No debemos cruzar ese Rubicón.
 
Luego están los aproximadamente 18.000 niños al año que morirían en abortos tardíos dolorosos. Esto no sería impedido por Clinton, quien afirma que un niño en el momento antes de nacer carece de derechos constitucionales. Esto suma hasta 312.000 vidas  humanas perdidas en un mandato presidencial.
 
Tampoco hay duda de que Clinton llenará el Tribunal Supremo con jueces pro-aborto que no solo bloquearían nuevas leyes provida, sino que darían marcha atrás a logros que ya hemos conseguido.
 
Planned Parenthood cuenta con Clinton para todo esto y más. El gigante del aborto rompió una tradición centenaria apoyándola en las primarias. Clinton devolvió el favor dando su primer mitin como probable nominada en un encuentro de Planned Parenthood, proclamando ante una audiencia extasiada: “Siempre os respaldaré”. Planned Parenthood no invertiría 30 millones de dólares en su candidata sin esperar algo a cambio. El lobby del aborto sabe que Clinton es su candidata ideal.
 
Con Trump gobernando, un Congreso dividido sería realmente problemático. Por ese motivo no hemos ahorrado ningún esfuerzo para salvaguardar la mayoría provida en el Senado. El equipo principal de la Susan B. Anthony List ha estado activo desde octubre de 2015 y acaba de superar su objetivo de llamar a un millón de puertas en los estados más disputados antes del día de las elecciones. Estamos contactando con personas que no suelen acudir a votar, entre ellos hispanos y demócratas influenciables, para mostrar lo extremistas que son Clinton y los candidatos pro-abortistas al Senado.


Nuestra misión no concluye el 9 de noviembre. Gane quien gane la Casa Blanca, nuestra lucha continuará. Eso implica pedir cuentas a los políticos de las promesas que hicieron en campaña. Si se niegan a legislar o traicionan los principios provida, nos aseguraremos de que sus votantes lo sepan y lo recuerden cuando haya elecciones. El movimiento provida tiene buena memoria. Es cuestión de estrategia y de hacer influyente la poderosa voz de los provida de la forma más eficaz.
 
Al acercarse el día de la elección, tenemos presentes a esos 312.000 preciosos niños que morirán si Clinton lleva a cabo su agenda extremista. Cada niño es único, irrepetible y creado con un propósito. ¿Cómo querrían ellos que votásemos el 8 de noviembre? La respuesta no es complicada. Vale absolutamente la pena votar por Donald Trump.

Traducción de Carmelo López-Arias.