Tras una amenaza de denuncia por parte de la asociación laicista Freedom from Religion Foundation [Fundación Libertad ante la Religión], las autoridades del instituto decidieron suprimir el tradicional canto del Padrenuestro en la graduación, que viene realizándose sin problemas ni quejas desde hace setenta años.
"Lo decidimos así porque no tenemos mucho dinero y preferimos contratar profesoras antes que tener que pagar abogados", dijo a los medios Larry Walton, presidente del consejo escolar.
Pero cuando el número uno de la promoción, Jonathan Montgomery, finalizó su alocución, saltó la sorpresa. Hizo un gesto de complicidad a sus compañeros de graduación, que tenía delante, y éstos empezaron a rezar el Padrenuestro desafiando la prohibición y ante el malestar de algunos miembros de la directiva del colegio, como se aprecia en el vídeo. (Ver abajo.)
La ovación posterior de todos los presentes fue ensordecedora, demostrando que la prohibición se trata de una imposición postiza. Sólo media docena de estudiantes dijeron no haber rezado la oración.
"Fue totalmente espontáneo, yo no sabía nada", dijo la superintendente del instituto, Melissa Watson: "Fue algo que los chicos quisieron hacer y la gente pareció aprobarlo".