Michael R. Bloomberg (n. 1942) es una de las personalidades más influyentes en Estados Unidos. Ha sido doce años alcalde de Nueva York (2002-2013), aspiró en 2020 a la nominación demócrata y, sobre todo, fundó y ha dirigido casi ininterrumpidamente desde 1981 la empresa de análisis de mercados e inversiones e información financiera a la que ha dado su nombre, Bloomberg, cuyas noticias ejercen un impacto económico no solo en su país, sino en todo el mundo.
Sin móviles en todo el horario escolar completo
Es, por tanto, relevante que se haya pronunciado taxativamente en apoyo de la prohibición total de teléfonos móviles y redes sociales en jornada lectiva que ha decidido implantar el distrito escolar de Los Ángeles: "Otros distritos deberían seguir ese camino, empezando por el mayor del país, el de Nueva York", añade Bloomberg en un artículo publicado el 24 de junio en su propio canal de noticias.
Lo considera "un gran paso a favor del sentido común", y recuerda que él ya puso en marcha esa prohibición hace veinte años "a pesar de la tormenta de protestas que suscitó", y que esa medida contribuyó "a mejorar radicalmente los resultados académicos de los alumnos".
Su sucesor, el también demócrata Bill de Blasio, dio marcha atrás en la prohibición. Pero en los últimos años, sostiene Bloomberg, ha ido ganando peso en la opinión pública, y en la de numerosos gestores educativos tanto republicanos como demócratas, la convicción de que alejar a los estudiantes de los móviles es el camino correcto.
La falacia del "uso responsable"
El argumento fundamental de Bloomberg coincide con el que en España ha expresado reiteradamente Catherine L'Ecuyer: no se puede exigir un "uso responsable" del teléfono celular a niños y adolescentes porque ni su cerebro ni sus aptitudes están preparados para ello.
Una intervención de Catherine L'Ecuyer contra los 'tecnomitos', el pasado 14 de mayo en una jornada convocada por el Consejo Audiovisual de Andalucía sobre 'Las consecuencias de ser los primeros nativos digitales'.
"El concepto del 'uso responsable' con el dispositivo en mano en una mente inmadura es una utopía que nos ha vendido la industria para crecer en su base de usuarios y clientes", insiste L'Ecuyer, quien considera esa pretensión como un 'concepto trampa' y un 'tecnomito': "Solo sirve para culpar a los padres que lo intentan y no lo consiguen. La disciplina es condición sine qua non para el ejercicio de la libertad. Solo una persona disciplinada, que tenga templanza y fortaleza interior, puede escoger libremente el bien y la virtud. Hablar de responsabilidad en un ser que aún no es libre es traicionar el sentido mismo de la palabra libertad. La templanza, la fortaleza, la capacidad de inhibir los estímulos externos, de distinguir lo falso de lo verdadero, de decidir prudentemente… Todas esas cualidades no se desarrollan con el dispositivo en mano, sino antes de tenerlo. La mejor preparación para el mundo on line es el mundo off line".
En la misma línea de L'Ecuyer, de realismo sobre aquello de lo que es capaz o no un niño o adolescente, Bloomberg celebra que los políticos empiecen a reconocer "lo que los profesores saben hace años, a saber, que los móviles son un problema que no podemos esperar que manejen los niños. Hagámosle a los alumnos el gran servicio de quitarle ese problema de las manos... Algunos chicos y padres se quejarán, pero mi consejo a los funcionarios y a los responsables educativos es sencillo: no hagáis caso. Hay demasiado en juego".
Datos que abundan
¿Y qué hay en juego? Bloomberg aporta algunos datos.
-El 97% de los adolescentes utilizan el celular en horario lectivo y reciben una media de 237 notificaciones al día. La mayor parte de su tiempo en pantalla consiste en videojuegos, redes sociales y pornografía.
Media de notificaciones diarias recibidas en un smartphone (izquierda) y media de notificaciones leídas. ¿Es posible la concentración con este nivel de asalto? Fuente: 'Constant companion: A week on the life of a young person's smartphone use'.
-Los efectos sobre el aprendizaje son "devastadores": "Hay numerosas pruebas de que el aumento en el uso del teléfono móvil deteriora los resultados académicos".
-Se han extendido los cuadros de ansiedad vinculados al uso de dispositivos móviles.
-El Informe PISA 2022 destaca, dice Bloomberg, que "los alumnos pegados a sus pantallas son una fuente de distracción para sus compañeros".
-Es más, un estudio de 2023 de la Unesco sobre la tecnología en la educación muestra que "la 'mera proximidad' de un dispositivo móvil es suficiente para dificultar la atención".
-Un estudio sobre las redes sociales y la salud mental juvenil muestra que los perjuicios del móvil en el aula se extienden fuera de ella y los hacen "dañinos" por la conexión demostrada entre el mayor uso de móvil y redes y un incremento del riesgo de depresión, peor control cognitivo, falta crónica de seño y peor actitud socio-emocional. Dicho estudio, llevado a cabo por el comité asesor del Surgeon General [Cirujano General, un cargo estadounidense técnico-político que debe ofrecer a la opinión pública pautas de salud contrastadas científicamente], advierte de que las redes sociales están generando "un profundo riesgo de problemas de salud mental y bienestar en niños y adolescentes".
Por todos estos motivos, Bloomberg pide que la prohibición de los móviles en las escuelas no se limite a su uso no académico, sino que incluya los cambios de clase y las comidas. Debe ser una "prohibición completa", porque por muchas normas de limitación que se instauren, "los alumnos se las saltan con facilidad" y la vigilancia impone a los profesores "una carga excesiva". Donde se ha puesto en marcha, el bullying disminuye, como también la diferencia en resultados entre unos alumnos y otros.