La administración del "católico" Joe Biden está impulsando tantas leyes contrarias a la ética médica cristiana y católica que los obispos católicos han lanzado incluso una web especializada ("Do Not Harm", "No hagas daño") para hacer un seguimiento y para que los católicos se apunten a recibir información y actuar en protestas.
Esta batería de leyes anti-éticas y anti-católicas (muchas aún en trámite) son:
1) Section 1557: obliga a los médicos a mutilar órganos sanos, de forma irrecuperable, en cirugías trans; obliga a las entidades católicas y religiosas a pagar por ello en seguros de salud;
2) Conscience Rule: desprotege la objeción de conciencia de los sanitarios;
3) Mandato contraceptivo: obliga a entidades religiosas a pagar por servicios anticonceptivos en seguros, aunque van contra la ética católica;
4) Title IX: adoctrina en las escuelas con ideología de género, el concepto dudoso y debatible de "identidad de género" y conceptos ideológicos sobre orientación sexual;
5) HHS Grants Rule: discrimina contra las convicciones religiosas en los servicios sociales;
6) Religious Liberty & Free Inquiry Rule: suprime en los campus universitarios a lo grupos que se basen en la fe o religión;
7) Equal Treatment for Faith-Based Organizations: una serie de normas para que las ONGs de ideario religioso queden secularizadas.
"Estas regulaciones llegan de varios departamentos del Gobierno, incluyendo el de Sanidad, el de Justicia y el de Educación", denuncian los obispos.
En Estados Unidos, la Conferencia Episcopal tiene un Comité de Asuntos Provida, a cuyos obispos nunca les falta trabajo. Ahora ha difundido un comunicado asegurando que "las normas propuestas anuncian que el HHS [Departamento de Salud] se plantea forzar a los sanitarios a hacer abortos contra su voluntad o perder su empleo. Pedimos al HHS que explícitamente desautorice tal pretensión. Continuaremos vigilando estas propuestas de ley y difundiremos más comentarios en el momento adecuado".
También critican que la norma Section 1557 pretenda obligar a los sanitarios a hacer operaciones de cambio de sexo y obligar a las aseguradoras a financiarlas.
¿El mayor proveedor de servicios de salud? La Iglesia Católica
Los obispos recuerdan que los católicos siempre han trabajado por la salud, con hospitales, asociaciones y ciencia médica y que las entidades médicas católicas en EEUU son "el mayor proveedor de servicios sanitarios del país". Los católicos, recuerdan, trabajan en el ámbito de la salud por el mandato y el ejemplo de Cristo, que cuidaba enfermos y ordenaba cuidarlos.
"Los servicios de salud católicos servirán a cualquier persona, de cualquier raza, sexo, sistema de creencias u otra característica. Ofrecerán el mismo cuidado excelente en un hospital católico a todos los pacientes, incluso a los que se identifiquen como transgénero, sea por un hueso roto o un cáncer. Pero no podemos hacer lo que nuestra fe nos prohíbe. Objetamos a los procedimientos dañinos, no a los pacientes", especifican los obispos.
"Tristemente, las normas propuestas el lunes amenazan nuestra capacidad de realizar nuestros ministerios curadores, y la capacidad de otros de practicar la medicina. Ordenan a los sanitarios realizar cirugías que cambian la vida para quitar partes del cuerpo perfectamente sanas", denuncian los obispos.
La nota también desconfía de las promesas de que estas normas del HHS respetarán las libertades religiosas, porque "el HHS está en los tribunales activamente combatiendo contra las sentencias que establecieron que este tipo de leyes violan la libertad religiosa la última vez que intentaron implantarlas".
La conclusión de los obispos es firme: "Esto es una violación de la libertad religiosa y es mala medicina".
La nota de los obispos va firmada por el responsable del Comité de Actividades Provida (algo que no existe entre el episcopado español, por ejemplo), que es el arzobispo William E. Lori de Baltimore. Pero firman también el arzobispo Paul S. Coakley de Oklahoma City (preside además el Comité de Justicia social), el arzobispo Salvatore J. Cordileone de San Francisco (que preside el Comité de Familia, Laicos y Juventud) y el cardenal Timothy M. Dolan, de Nueva York, responsable del Comité de Libertad Religiosa.
Más información (en inglés) en Do No Harm.
https://www.usccb.org/do-no-harm
Mientras tanto, Biden anuncia aún más iniciativas abortistas por parte de su equipo. Este viernes la Casa Blanca anunció que el fiscal general Merrick Garland, la fiscal general asociada Vanita Gupta, el consejero de la Casa Blanca Stuart Delery y el marido de la vicepresidenta, Doug Emhoff (que es abogado) se reunirán con expertos abogados y activistas y empresarios abortistas para facilitar el aborto al máximo en aquellos estados donde se está dificultando, bien con viajes, bien con ofensivas legales.