La semana pasada, Joey y Kristen, padres de la pequeña Gianna Masciantonio, informaron a los medios de comunicación en EEUU que el tumor declarado por los médicos ‘inoperable’ se está reduciendo después del beso dado por Bergoglio.
Gianna fue alzada en el aire por el jefe de seguridad vaticano y acercada hasta el papamóvil. El Papa iba de camino al Salón de la Independencia e inclinándose dispensó besos y bendiciones a todos los infantes que le acercaban los gendarmes fugazmente hasta el vehículo.
Para demostrar el milagro la mamá de la niña ha publicado en su perfil de Facebook las imágenes de las dos tac, antes y después del supuesto milagro.
De hecho, la madre invita a verificar la diferencia en la ‘reducción del tumor’.
“Gianna está mejorando y cada día es más fuerte. Ha iniciado a dar besos e indicar las cosas. Sigan rezando por nosotros”, se lee en el muro de la madre.
El periódico local, Philly.com, ha subrayado el hecho como “el milagro en la calle Market”.
Un amigo del FBI avisó a la pareja que el Papa pasaría por esa calle el 26 de septiembre. El agente quería alimentar la esperanza de esa familia desesperada luego de pasar días interminables en la sección oncológica del hospital infantil de Filadelfia.
“Los médicos simplemente entraron y nos dijeron vayan a casa. Les quedan unos días o semanas, tal vez meses, al lado de su hija”, recordó Joey, papá de la niña a la CBSPhilly.
La pequeña en cambio cumplió un año el pasado 17 de septiembre. “Tuve un sueño, la veía que ella estaba caminando por las escaleras, entonces tenía que ser lo suficientemente mayor para subir las escaleras y caminar. En la parte superior de las escaleras estaba el Papa Francisco y Santa Gianna Beretta (pediatra italiana venerada santa)”, dijo Kristen, la mamá.
Los padres de la pequeña escogieron bautizar a la niña con el nombre de la santa italiana,Gianna Beretta Molla que murió en 1962. Embarazada con un tumor en el útero, la santa prefirió morir antes que aceptar los cuidados que dañaran la criatura que llevaba en el vientre. Juan Pablo II la canonizó en 2004.
“Me puse de rodillas y lloré y doy gracias al Señor por ayudarnos a salir de esto y por darnos esta bendición”, contó la madre.
(En ocasiones, gente que recibe bendiciones papales explica que se cura de distintas enfermedades; por ejemplo, Peter Srisch, de 18 años, recibió una bendición personal de Benedicto XVI y se curó de un tumor en el pecho; también Victor, un niño de seis años de Dusseldorf se curó de un cáncer, dijo la familia a la prensa alemana, cuando Benedicto XVI lo besó en 2005 en la JMJ de Colonia. Nota de ReL).