Tras el fallo del Tribunal Supremo que prohibía el aborto en Estados Unidos, muchos estados del país se han puesto a legislar para llevarlo a la práctica. El gobernador del estado de Idaho, Brad Little, sancionó recientemente una ley que penalizará a los adultos que ayuden a menores de edad a abortar u obtener píldoras abortivas.

La nueva legislación hace que sea ilegal ayudar a una persona menor de 18 años a practicar un aborto, llevarla a hacia un estado donde el procedimiento sea legal o proveerle de píldoras abortivas sin el permiso de sus padres o tutores legales.

18 estados con prohibiciones 

Las personas que violen esta nueva ley podrán serán acusadas de "tráfico de abortos" y se enfrentan a una pena máxima de cinco años de cárcel, estipula la normativa. Para evitar limitar el derecho constitucional a viajar a otro estado, la ley de Idaho ilegaliza únicamente el tramo del viaje que transcurre dentro de sus fronteras hacia una clínica fuera.

Decenas de estados en todo el país han aprobado leyes que prohíben total o parcialmente la interrupción voluntaria del embarazo desde que el Tribunal Supremo revocara el fallo 'Roe contra Wade', que desde 1973 protegía el derecho de la mujer a elegir.

Roe vs Wade legalizó en 1973 el aborto en todo el país, y ha costado la vida aproximadamente a 60 millones de seres humanos muertos antes de nacer. 

Según la famosa sentencia, en el caso del estado de Mississippi contra un abortorio (Dobbs vs Jackson Women's Health Organization): "El aborto supone una profunda cuestión moral. La Constitución no prohibe a los ciudadanos de los estados regular o prohibir el aborto. Las sentencias Roe y Casey se arrogaron esa autoridad. Ahora anulamos esas sentencias y devolvemos dicha autoridad al pueblo y a sus representantes electos".

Tráiler de la película 'El grito silencioso' sobre el aborto en EE.UU.

Desde la sentencia, emitida en junio del año pasado, 18 de los 50 estados han prohibido el aborto en EE UU o lo han restringido severamente, y en 13 el acceso a ese servicio es en la práctica imposible aunque haya excepciones.