El viernes 1 de mayo, el arzobispo José H. Gómez de Los Ángeles, presidente de los obispos de Estados Unidos, dirigió la renovación de la consagración del país a la Santísima Virgen María. Los obispos estadounidenses se unían así al gesto de la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos, que también realizaba esa consagración a la Virgen.
“Que nuestra madre María santísima, Madre de Dios y Reina de los ángeles, Madre de la Santa Esperanza, continúe guiando a toda la iglesia en el continente americano y que siempre vivamos en la certeza de que su corazón inmaculado triunfará, porque para Dios nada es imposible”, fue una de las peticiones del arzobispo Gómez.
La protección de la Virgen por los más vulnerables
La consagración de este 1 de mayo, sigue a la ya realizada por el Consejo Episcopal de América Latina y el Caribe (CELAM) que consagró sus respectivas naciones a Nuestra Señora de Guadalupe el Domingo de Pascua.
“Esto dará a la Iglesia la oportunidad de rezar por la continua protección de la Virgen por los más vulnerables, por la curación de los enfermos y por la sabiduría de aquellos que trabajan para curar este terrible virus”, afirmó el arzobispo de Los Ángeles. El Prelado dirigirá una breve liturgia a las 3 p.m. hora local, a la cual ha invitado a los Obispos a participar desde sus respectivas diócesis extendiendo la invitación a los fieles de sus diócesis.
Pedir la intercesión de María
Richard Gagnon, arzobispo de Winnipeg y Presidente de la Conferencia Episcopal de Canadá (CEC), afirmó que esta consagración “tiene un significado especial, ya que marca el comienzo de todo un mes en el que se rinde homenaje a la Santísima Virgen María, ella que, en un sentido espiritual pero real, es nuestra Madre, nos dirigimos a ella y pedimos la ayuda de sus poderosas y maternales oraciones a Dios por nosotros. Consagrarse a María significa estar unidos a ella confiando nuestras vidas enteramente a Dios”.
La Inmaculada Concepción, Patrona de los Estados Unidos
En 1792, con una carta pastoral, por primera vez John Carroll, obispo católico de Baltimore, promovió la devoción a María, Madre de Dios, poniendo a los Estados Unidos bajo su protección. Los veintiún Obispos presentes en el Sexto Concilio Provincial de Baltimore en 1846 decidieron entonces nombrar a la Santísima Virgen María, bajo el título de la Inmaculada Concepción, Patrona de los Estados Unidos, y el Papa Pío XI aprobó esta decisión al año siguiente. Recientemente, la dedicación del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington en 1959 fue una oportunidad para que los Obispos consagraran una vez más la nación a la Virgen María.
Vídeo con la ceremonia completa: empieza en el minuto 16
A continuación, el enlace al video con la ceremonia completa de la ceremonia de consagración realizada por Monseñor Gómez (avisamos que comienza en el minuto 16).
Texto de la consagración de EEUU a la Virgen María, aquí en español en PDF