El Papa Francisco se conmovió “profundamente” con la historia de 500 menores de edad que, desde las cárceles de Estados Unidos, le escribieron arrepentidos por los crímenes cometidos y relataron su sufrimiento por la cadena perpetua que pesa sobre ellos.

El director del Jesuit Restorative Justice Initiative (JRJI), Padre Michael Kennedy, quien se desempeña como capellán en diversos centros penitenciarios de Estados Unidos, recogió las cartas y las hizo llegar al Vaticano.

“He leído las cartas que desde cada esquina de los Estados Unidos, me has hecho gentilmente llegar de parte de cientos de muchachos condenados a cadena perpetua sin libertad condicional a tan joven edad. Sus historias y su petición de que este tipo de sentencia sea revisada a la luz de la justicia y la posibilidad de una reforma y rehabilitación, me han conmovido profundamente”, respondió el Papa Francisco al P. Kennedy según informó el diario italiano Avvenire el 2 de junio.

En su escrito, el Papa Francisco aseguró a los menores que rezará por cada uno de ellos y como es habitual, les pidió que rezaran por él. Además, garantizó que cada uno de los muchachos recibirá una copia de la respuesta dirigida al P. Kennedy.

En las cartas, los menores explicaron al Papa que están arrepentidos de los crímenes que cometieron y que sueñan con un futuro libre en el que puedan dar su aportación a la sociedad. Sin embargo, si no cambia la ley pasarán el resto de sus vidas tras las rejas.

El JRJI nació en el año 2009 en Culver City, California, y su objetivo es asistir a los jóvenes detenidos que enfrentan penas de cadena perpetua. Los sacerdotes y voluntarios les dan apoyo, acompañamiento y les enseñan la importancia de la oración.

Quienes componen el JRJI sostiene que estos jóvenes tienen la capacidad de transformar sus vidas y merecen una segunda oportunidad para demostrar que pueden dar una contribución positiva a la sociedad.

Uno de los condenados es Eric, un joven sentenciado a 255 años de cárcel, quien afirma desde la página del JRJI en Facebook que “a pesar de que me dieron una sentencia de por vida, no voy a renunciar a perder la fe. Al fin he comprendido que me estaba haciendo daño a mí mismo y a los demás. Dijeron que soy un gánster… pero ahora soy un guerrero de la Luz”.

En Estados Unidos, la ley que prevé la cadena perpetua para menores por delitos distintos al asesinato, sigue siendo motivo de discusión. Desde hace años, muchas asociaciones que se ocupan de los derechos humanos denuncian que es el único país del mundo que permite este castigo para menores de edad.

Recientemente, en el encuentro de referentes judiciales por el Congreso Internacional de la Asociación Internacional de Derecho Penal, el Papa Francisco invitó a través de una misiva a considerar la reparación del daño causado, la confesión y la contrición del hombre que comete un delito, y el amor misericordioso y sanador de Dios.