El estudio muestra que el 26% de los que se declaran católicos en EEUU, afirman que en el último año “se han emocionado más con la fe”, un 40% afirma que “ha rezado con más frecuencia”, y un 21% asegura que “ha leído la Biblia u otros textos religiosos con más frecuencia”.
Por el contrario, los que durante este año de pontificado de Francisco dicen haber perdido emoción (“become less excited”) en la fe son sólo un 11%, los que rezan menos que antes sólo un 8% y los que leen menos que antes, un 14%.
El sondeo muestra que los que de verdad se han beneficiado con un crecimiento devocional son los que ya eran católicos de práctica semanal: el 30% de ellos lee ahora más la Biblia, el 40% ha ganado entusiasmo en su fe y el 50% dice que este año ha rezado más.
Frente a ellos, los católicos poco practicantes, sólo han crecido un 16% en sus lecturas, un 19% en su entusiasmo y un 36% en su oración.
Ningún cristiano negará que es una cosa buena conseguir que los no practicantes “recen más”, aunque queda por ver la estabilidad de esta espiritualidad acabado el año del Cónclave con toda su presencia mediática. Muchos católicos no practicantes en EEUU sólo tienen contacto con la Iglesia Católica a través de lo que ven en la TV generalista: algunos escándalos, y alguna noticia simpática del Papa.
Está estudiado: un 26% de los católicos de EEUU va a
misa los domingos, pero el Miércoles de Ceniza es un 45%
Lo que el estudio de Pew no encuentra es que vaya más gente a la Iglesia que hace un año, ni mucho menos a confesarse. Comparando con la práctica dominical declarada en otro estudio Pew de hace un año, la cifra es idéntica: un 40% de católicos adultos decía ir cada semana a misa, tanto en febrero de 2014 como en febrero de 2013.
En realidad esta cifra del 40% está “hinchada” por los propios declarantes, sobre todo al tratarse de una entrevista telefónica: declaran ir “cada semana” muchos que van sólo alguna vez al mes o varias veces al año, categorías que recogen en España las encuestas del CIS, por ejemplo, pero no las de Pew en EEUU. El centro CARA de la Universidad de Georgetown (http://cara.georgetown.edu), que trabaja con cifras reales –no sondeos- de las diócesis, da otra radiografía más realista: en un fin de semana cualquiera, uno encuentra en misa al 26% de los católicos adultos del país, aunque en Miércoles de Ceniza sube al 45%, el Domingo de Pascua al 52% y en el Día de Navidad al 68%.
En cuanto a visitar el confesionario, Pew no registra una subida, sino una bajada: sólo un 5% dice que el último año fue con más frecuencia a confesarse, mientras que un 22% dice que fue con menos frecuencia. Y en lo que respecta al voluntariado, sólo un 13% dice que ha sido voluntario con más frecuencia en el último año, mientras que un 23% dice que ha bajado su servicio de voluntariado (sea en actividades parroquiales, caritativas o en una ONG).
En cualquier caso, a los católicos de EEUU, practicantes o no, les cae muy bien el Papa Francisco. Un 85% dice que tiene de él una opinión favorable o muy favorable, y sólo un 4% declaran una opinión desfavorable. Hay una diferencia de 7 puntos entre hombres y mujeres: ellas son favorables a Francisco al 89%, y ellos sólo al 82%.
Ese 85% de aprobación parece excepcionalmente alto… pero no es así. La prueba es que cuando el Papa Benedicto XVI visitó Estados Unidos en 2008 y se pudo dar a conocer, las encuestas de Pew daban al Papa alemán un 83% de aprobación entre los católicos. Incluso en febrero de 2013, justo antes de dimitir, con la sensación en las parroquias americanas de que Roma era una opereta italiana de conspiradores por el Vatileaks, Benedicto mantenía un 74% de aprobación.
Entre los norteamericanos en general (es un país con sólo un 22% de católicos), Francisco tiene en febrero de 2014 una aprobación del 66%, 9 puntos más que al empezar su pontificado. Un 23% se limita a no puntuarlo.
Un 68% de católicos de EEUU (y un 51% de norteamericanos en general) creen que Francisco “representa un cambio mayor, a mejor, en la dirección de la Iglesia Católica”. Pero por el momento, si bien esto parece darse en la oración personal y las lecturas espirituales, sobre todo de los católicos ya practicantes, aún no se detecta numéricamente en la práctica sacramental.
El estudio de PewResearch (www.pewforum.org) de febrero 2014 sobre el primer año de Francisco y su recepción en EEUU en inglés AQUÍ