Una delegación de obispos católicos viajará a Nogales (Arizona) a fin de mes, para recorrer la frontera con México y celebrar una misa por los casi 6.000 inmigrantes muertos en el desierto desde 1998, anunció este jueves la Conferencia de Obispos de EEUU.
"El propósito del viaje es llamar la atención acerca del sufrimiento humano causado por un sistema migratorio fallido, un aspecto que a menudo se ignora en el debate nacional sobre la inmigración", señaló el comunicado.
El obispo Eusebio Elizondo, quien preside el Comité sobre Migración de la conferencia, dijo que "se olvida en este debate el aspecto humano de la inmigración: la inmigración es primordialmente acerca de seres humanos, no de asuntos económicos o sociales".
"Quienes han muerto y los que cada día son deportados tienen el mismo valor y la misma dignidad dada por Dios a todas las personas, pero ignoramos sus sufrimientos y sus muertes", agregó.
"La frontera de Estados Unidos y México es nuestro Lampedusa", apuntó Elizondo en referencia al primer viaje del papa Francisco a las afueras de Roma desde su coronación, que tuvo como destino esa pequeña isla italiana donde muchos inmigrantes africanos han muerto en su intento por llegar a Europa.
Además de los miembros del Comité sobre Migración irán a Arizona el cardenal Seán O´Malley, de Boston, y varios obispos de la frontera.