El año terminó con una gran noticia para los grupos provida y defensores de la libertad religiosa en Estados Unidos, al ser aplazada por el Tribunal Supremo, a petición de las Hermanitas de los Pobres, la entrada en vigor de los aspectos más duros contra la libertad religiosa de la reforma sanitaria de Barack Obama. Se trata del célebre "mandato" del departamento de Salud (que dirige la sedicente católica y abortista Kathleen Sebelius) que obliga a todas las instituciones del país a asegurar a sus empleados con seguros médicos que incluyen fecundación in vitro, anticonceptivos y abortivos.
Las multas por el incumplimiento significarían en la práctica el cierre de todos los colegios y hospitales católicos de Estados Unidos, cuyos obispos ya han convocado varias manifestaciones y semanas de oración para impedir el mayor ataque a la Iglesia (principal damnificada) en la historia del país.
Sin embargo, como destaca LifeNews, el 88% de las decisiones judiciales en respuesta a demandas de no aplicación por parte de empleadores e instituciones (en su mayoría católicos, pero no todos) están saldándose en contra del "mandato" abortista de Obama-Sebelius.
En concreto, 53 decisiones favorables a la libertad religiosa, frente a 7 favorables al "mandato". En particular, 18 a 1 cuando el demandante es una institución religiosa (95%), y 35 a 6 cuando el demandante es una empresa privada, normalmente negocios familiares (85%). Institutos y universidades cristianas en California, Indiana, Oklahoma y Pennsylvania ganaron recientemente sus apelaciones, al menos hasta que el Tribunal Supremo dictamine definitivamente si acepta o anula en todo el país la orden de la Casa Blanca de asegurar la cobertura de la cultura de la muerte y obligar a quienes están en contra del aborto y los anticonceptivos a pagar por facilitárselo a sus trabajadores.