Bajo el lema "Fuera de la Oscuridad", la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), convocó a la Semana Nacional de la Migración del 5 al 11 de enero con el objetivo de generar mayor conciencia sobre la difícil situación que enfrentan los inmigrantes, especialmente los niños, los indocumentados, los refugiados y las víctimas del tráfico humano.

"Es nuestro llamado como Iglesia traer la luz de Cristo a estas personas, alejar la oscuridad, y ayudar para llevarlos, desde el margen de la sociedad, a su centro. Realizando esto se les brindará a los migrantes vulnerables espacios protegidos donde pueden renacer como seres humanos", expresan los obispos en un comunicado.


Para ello, indican, se requiere que la oración vaya acompañada por una presencia activa en la plaza pública para exigir lo que ellos más necesitan. "Dios es luz y nosotros, los cristianos, estamos llamados a reflejar esa luz en el mundo. Esto implica la invitación a otros a la comunión con la Iglesia, hablar contra la injusticia, y tratar de dar ejemplo con nuestra vida en Cristo", señalan.

"En cuanto al mensaje del Evangelio –se lee en el mensaje-, estamos advertidos contra el acaparamiento de los bienes de la tierra para nuestro propio placer, y se nos llamó a vender todo lo que tenemos y dar limosna, alimentar al pobre, visitar a los presos, dar de beber al sediento y recibir al extranjero. El extranjero puede venir en diversas formas, y en nuestro medio viene en forma de migrante".


En las próximas semanas, la conferencia episcopal pondrá a disposición una serie de recursos que reflejan el tema central de la Semana Nacional de la Migración. Por medio de estos recursos se podrá difundir el mensaje de la jornada en las parroquias y comunidades del país norteamericano. Esta iniciativa es promovida cada año por los Servicios de Migración y Refugiados, a cargo del arzobispo de Los Ángeles, monseñor José Gómez.