El pasado 31 de mayo, en Phoenix (Arizona), el obispo de Springfield (Illinois), John Paprocki, pronunció una conferencia titulada Matrimonio, uniones del mismo sexo e Iglesia católica durante la cual evocó el testimonio de Mary Stachowicz (1951-2002), madre de cuatro hijos que fue asesinada en 2002 por el joven gay Nicholas Gutiérrez, y lo comparó con la cobertura mediática del asesinato en 1998 del estudiante homosexual Matthew Shepard, de 21 años, en Wyoming.
Éste fue considerado un "crimen de odio" porque la víctima era gay, subrayó el obispo, a diferencia del de la mujer, aunque su asesino fue condenado a cadena perpetua. Añadió que mientras una búsqueda en Google del nombre Matthew Shepard genera millones de resultados, el de Mary Stachowicz no llega a cien mil.
"Mary, la amable y devota madre católica de cuatro niños instó a su compañero de trabajo, Nicholas Gutiérrez, de 19 años, a cambiar su estilo de vida gay. Furioso por esta exhortación, como luego dijo a la policía, el joven, según la sentencia judicial, "la golpeó, pateó y apuñaló hasta agotarse, y luego le puso una bolsa de plástico en la cabeza y la estranguló". Posteriormente puso su cuerpo en un pequeño hueco de su departamento, ubicado sobre una funeraria en Chicago donde ambos trabajaban”, recordó monseñor Paprocki, quien conoció bien a Mary porque había sido su secretaria antes de ser nombrado obispo.
“Ella trabajaba media jornada en la funeraria y media en la parroquia. Una tarde no apareció a la hora acostumbrada, lo que era inusual porque siempre llegaba puntual”: mientras la buscaban, antes de saber que había sido asesinada y de que la policía la encontrara mutilada, Nicholas Gutiérrez rezó con los amigos y familiares de Mary por su pronta aparición.
El obispo precisó que ambos asesinatos fueron “brutales": "Y condeno ambos del mismo modo. Pero la historia de Shepard recibió mucha atención porque su homosexualidad fue el móvil para el asesinato, mientras que el de Mary fue ignorado por los medios pese al hecho de que ella murió como mártir de la fe”. De hecho, en el quinto aniversario de su muerte, el periodista católico Phil Lawler alentó la apertura de su proceso de beatificación.