Donald Trump firmó este martes una importante ley a favor de los cristianos perseguidos, especialmente en Irak y Siria. Se trata de una normativa por la que Estados Unidos define oficialmente como “genocidio” los crímenes cometidos en los últimos años por grupos yihadistas contra las minorías cristianas y yazidíes en Irak y Siria.

Con la ley firmada por el presidente de Estados Unidos, el gobierno federal se compromete a brindar asistencia humanitaria a los grupos afectados por la violencia y enjuiciar a los terroristas y responsables de estas barbaridades.

Varios líderes religiosos presentes en la firma

Según recoge la agencia Fides, a la ceremonia de la firma del presidente de los Estados Unidos asistieron, entre otros, el arzobispo caldeo de Erbil Bashar Warda; el Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, Carl Anderson; la embajadora de Estados Unidos ante la Santa Sede, Calista Gingrich, y el Arzobispo Timothy Broglio, Ordinario militar en los Estados Unidos de América.

La ley supone una mayor ayuda financiera de Estados Unidos para proyectos humanitarios, de estabilización y reconstrucción en favor de las minorías religiosas en Irak y Siria. La asistencia vendrá proporcionada o por el gobierno federal o mediante otras organizaciones, incluidas las de carácter eclesial y religioso.

El presidente de Estados Unidos saluda al arzobispo católico de Erbil tras la firma de la ley

Además, la ley permite al Departamento de Estado de los EEUU realizar investigaciones criminales y arrestar a individuos identificados como presuntos miembros de los grupos yihadistas, para castigar o prevenir actos violentos contra minorías religiosas.

Una normativa con gran consenso en EEUU

El propio presidente Trump, después de firmar la nueva ley, confirmó el compromiso del gobierno de los Estados Unidos de implementar los procedimientos que comprometen a las instituciones estadounidenses a procesar a los responsables de los delitos.

La Cámara de Representantes de los Estados Unidos, el 27 de septiembre, aprobó por unanimidad el proyecto de ley, identificado con la abreviatura HR 390. Anteriormente, el Senado de los Estados Unidos también expresó su apoyo unánime a la nueva ley.

La firma de la ley por parte del presidente Trump es el resultado de la actividad de la presión ejercida durante la administración anterior por organizaciones estadounidenses como los Caballeros de Colón, Defense of Christians, el Family Research Council, la Comisión de ética y de libertad religiosa de la Convención Bautista del Sur, la Iniciativa Wilberforce del siglo XXI y el Centro para la Libertad Religiosa del Instituto Hudson.

Con motivo de la firma, los medios estadounidenses reiteraron las palabras del arzobispo caldeo Bashar Warda, que explica que “los cristianos en Irak todavía están al borde de la extinción. Por eso la HR 390 es vital para nuestra supervivencia. Su implementación debe ser completa y rápida, de lo contrario, la ayuda que se proporcione llegará demasiado tarde para nosotros”.

La Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional (USCIRF, por sus siglas en inglés), un organismo federal y bipartidista independiente establecido por el Congreso, ha elogiado al Presidente Trump por firmar el proyecto de ley. “En este proyecto de ley también advertimos de que los responsables de estos crímenes no escaparán a la justicia”, dijo la vicepresidenta de USCIRF, Kristina Arriaga.