En otros lugares puede parecer una broma, pero no allí donde los cocodrilos forman parte del ecosistema e integran la cadena alimenticia del hombre. Así sucede en Luisiana o Florida, cuyos célebres manglares están poblados por caimanes que sirven de caza y alimento a la población local.
Uno de los fieles católicos de dicho estado norteamericano tenía la duda de si cocinarlos en viernes de Cuaresma rompería la prescripción de absitencia de carne que obliga en esos días, y se dirigió a su obispo para resolverla.
El arzobispo de Nueva Orleáns fue claro en la respuesta, que reproduce CNA este viernes: "Querido Jim, muchas gracias por su carta sobre la cuestión de si se puede comer cocodrilo durante Cuaresma. Sí, el cocodrilo se considera parte de la familia de los peces y estoy de acuerdo con usted en que Dios ha creado una magnífica criatura que es importante para el estado de Luisiana y está considerada pescado".
Monseñor Gregory Aymond, al hablar de pez o pescado, se refiere obviamente al sentido canónico de que no constituyen la carne prohibida por la tradicional norma penitencial cuaresmal. La conferencia episcopal norteamericana, en sintonía con el Código de Derecho Canónico, es clara en ese sentido: "La ley de la abstinencia sólo considera carne la que procede de animales como el pollo, la vaca, la oveja o el cerdo, todos los cuales viven sobre la tierra. También los pájaros se consideran carne. Los pescados son una categoría de animales diferente. Están permitidos las especies de agua dulce o salada, como peces, anfibios o reptiles, animales de sangre fría".
La mención a los reptiles extiende la permisión ("presumiblemente", sostiene la agencia) a tortugas y serpientes de tierra.