Uno de los puntos de Nueva York más castigados por Sandy fue Breezy Point, en Queens, enclave peninsular costero de mayoría católica porque su composición es en un 60,3% de origen irlandés, la segunda mayor concentración de irlandeses en el país. Se trata de una zona estructurada como urbanización semi-privada, de la que forman parte unos 3500 hogares, y que el pasado 29 de octubre fue devastada por el huracán cuando tocó suelo con su mayor fuerza.
El daño causado por las inundaciones se vio incrementado por un enorme incendio que se llevó por delante más de un centenar de casas. Los bomberos no podían acceder a apagarlo a causa del agua que impedía su acceso: "Lo que no estaba anegado estaba ardiendo", resumían los vecinos. Las cadenas de televisión han cubierto esa zona de manera preferente por la amplitud del desastre.
Sin embargo, a modo de "promesa en medio del desastre", como sugiere en su blog de ReL Manuel Morillo, han quedado en pie numerosas imágenes de la Virgen, que recogieron en portada diarios como The Wall Streen Journal o The Washington Post y distribuyeron agencias como Associated Press.
Signifiquen lo que signifiquen, invitan al menos a una oración por las decenas de muertos que dejó Sandy y por la difícil tarea de reconstrucción que espera a los vecinos de Breezy Point.