En Estados Unidos no faltan candidatos: medio millón de personas han considerado seriamente la vocación religiosa. No es tanto que no haya realmente vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, sino que falta el ambiente adecuado para que se materialicen.

Al menos esa es la conclusión central de un denso estudio realizado en los Estados Unidos: Consideration of Priesthood and Religious Life Among Never-Married U.S. Catholics (Consideración sobre el sacerdocio y la vida consagrada entre los célibes católicos estadounidenses), elaborado por la Universidad de Georgetown.

El informe, que fue encargado por la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos (USCCB), señala problemas como el costo de las escuelas católicas y otros impedimentos para la educación, particularmente entre los hispanos, como factores determinantes para que se haga muy difícil seguir la vocación religiosa.

Según el sondeo, entre los célibes católicos el 3 % de los hombres y 2 % de las mujeres han considerado «seriamente» una vocación religiosa. Eso equivale a 350.000 hombres y 250.000 mujeres.

La investigación pone de manifiesto que la generación de los nacidos después del Concilio Vaticano II (es decir, entre 1961 y 1981) es la que muestra menos interés por la llamada, mientras que la «generación del milenio» (los nacidos a partir de 1981) tienen más sensibilidad religiosa.

El informe de la Universidad de Georgetown señala que las mujeres asiáticas «son dos veces más propensas a considerar la vocación» que las anglosajonas o las hispanas.

Otros factores que influyen, además de haber estudiado en una escuela católica, son: el haberse implicado en la parroquia (eleva la propensión vocacional cinco veces) y el apoyo de los demás, especialmente de la familia (otro factor cinco).

El arzobispo Robert J. Carlson, presidente de la comisión para el clero, la vida consagrada y las vocaciones, ha señalado: «La buena noticia es que más de 500.000 personas célibes han considerado seriamente la vocación al sacerdocio o la vida religiosa. El reto es guiarlos de manera efectiva. Esto requerirá un mayor y constante estímulo de parte de otros, particularmente en la familia, y un enfoque urgente para facilitar el acceso de nuestra juventud a la educación católica».

El 48 % de los católicos estadounidenses nacidos después de 1981 son hispanos. El 35 % de todos los católicos en los Estados Unidos son hispanos. Pero en 2011, solo el 15 % de los ordenandos y el 9 % de las religiosa fueron hispanos. La razón: este grupo étnico es el que tiene menos medios para acceder a una educación católica en los diversos niveles educativos, desde primaria hasta la universidad. Los obispos de los Estados Unidos consideran que este asunto «merece atención urgente».

El sondeo de la Universidad Georgetown se realizó entre mayo y junio de 2012. Lo completaron 1.428 personas. El margen de error es de ±2,6 %.