Encontrar en EEUU una mujer negra (afroamericana) atea es muy difícil. No es que no existan: hay algo menos de 400.000 que declararían que la religión es "nada importante" en su vida. Incluso alguna es militante y ha escrito un libro sobre el tema, como Sikivu Hutchinson, más o menos la atea negra feminista "oficial" del país. Pero son difíciles de encontrar porque son pocas estadísticamente: un 2% de las adultas negras. Y no se definen ateas, sino que dicen, simplemente, que la religión "no es nada importante" en su vida.
Entre los varones de color, sin embargo, son un 15% los que dicen que la religión no es nada importante en su vida.
Un nuevo estudio encargado por el Washington Post ha confirmado lo que otros estudios ya habían señalado: la población negra de EEUU es más religiosa que la media y las mujeres aún más. Así, el 74% de las afroamericanas consideran muy importante vivir una vida religiosa (frente a un 57% de las blancas) y un 86% dice que recurren a Dios de forma intensa en tiempos duros (frente a un 66% de las blancas).
Los afroamericanos son sólo un poco menos devotos: un 70% consideran muy importante el vivir religiosamente y un 79% recurren a Dios en tiempos difíciles (frente a un 43% y 51% de hombres blancos).
Este nuevo estudio, de todas formas, presenta a una población negra ligeramente menos religiosa que el estudio Pew de 2007 (Pew es una casa de encuestas especializada en temas sociorreligiosos).
Según Pew 2007, sólo el 0,5% de la población negra se declara atea, y un 1%, agnóstica. Hay un 11% que dice ser "nada en particular". El 53% de la población negra va a la iglesia cada semana, y el 76% reza cada día. El 88% dice estar convencido con toda seguridad de que Dios existe, un 84% cree en los milagros y un 83% en ángeles y demonios.
La población negra en EEUU es un 13% del total, es decir, unos 36 millones de personas. El 15% son evangélicos, un 4% son protestantes "mainline", un 59% son protestantes de "iglesias negras" (sobre todo baptistas), un 5% son católicos (según Pew) y un 12% se declaran "no afiliados".
Ha habido católicos negros en EEUU (esclavos muchos, libres otros) desde que los españoles llegaron al territorio. La primera comunidad autogobernada de negros libres en lo que sería luego Estados Unidos era católica: Fuerte Mosé, en 1738, cerca de San Agustín de la Florida, con un capellán franciscano. De hecho, desde 1693 una Real Cédula del rey Carlos II de España daba la libertad a cualquier negro que escapase de territorio británico, se bautizase católico y aceptase al rey español.
Hoy los católicos negros en EEUU son unos 3 millones según la Conferencia Episcopal (no encajaría con el 5% de Pew, que sería 1,8 millones). Hay unas 800 parroquias católicas mayoritariamente afroamericanas, aunque sólo hay 250 sacerdotes afroamericanos en el país.
Como entre los negros protestantes, en las parroquias católicas de fuerte mayoría negra el culto suele ser muy alegre y participado, con mucha música, exclamaciones y una intensa vida comunitaria. Más aún, las últimas estadísticas muestran que los negros católicos están mucho más implicados que el católico medio en las responsabilidades y actividades parroquiales, y cuanto más jóvenes, más implicados.