Un juzgado de familia de Nueva York ha denegado a Dennis Hannon, de 32 años, el derecho a impedir que a su hijo Matthew [nombre ficticio], de 8 años, le administren hormonas para su 'transición' a niña.
Dennis se divorció cuando el pequeño tenía un año. Tenían custodia compartida y le veía dos veces por semana y los fines de semana.
Según recoge Caitlin Tilley en el Daily Mail, cuando en 2017 Matthew cumplió tres años su madre empezó a vestirle como a una niña y a llamarle Ruby Rose, pero él no lo sabía: cuando le recogía, era el niño de siempre.
Tras dos años con ese desaguisado mental para el niño, en 2019 su ex esposa le envió a una terapeuta de 'afirmación transgénero' para administrar a Matthew, de cinco años, bloqueadores de la pubertad para detener la producción de hormonas masculinas. Dennis solo lo supo en 2020, cuando recibió una carta de la guardería dirigida "al padre de Ruby Rose Hannon". "Creí que se habían equivocado de dirección", confiesa, hasta que comprobó que la niña de quien hablaba la carta era su hijo Matthew.
Ese año, un tribunal ordenó que Matthew acudiera a un consejero de salud mental. Aunque nunca fue diagnosticado de disforia de género, el juez ordenó que el niño acudiese a un terapeuta de género que cobraba 145 dólares cada semana y que acabó ordenando los bloqueadores de la pubertad: "Estuvo yendo año y medio sin que hubiese un diagnóstico. Si yo lo rechazaba, me acusarían de interferir en el tratamiento médico de Matthew y me quitarían la custodia".
Hasta que Dennis se hartó y dejó de llevarle al terapeuta, quien lo denunció a los tribunales. Allí, el padre alegó que el pequeño nunca se había mostrado disconforme con ser lo que es, y que era la madre quien le estaba impulsando a la 'transición', de una forma además muy peligrosa para la estabilidad psicológica y social de Matthew, que en el colegio era referido de una forma y de otra.
Pero, finalmente, Dennis ha perdido demanda justo cuando su hijo, que tiene ahora 9 años, hace meses que ha 'detransicionado' y vuelve a 'ser Matthew'. Además, se ha quedado sin la custodia compartida que tenían y ahora solo tiene derecho de visita por unas horas y sin capacidad de participar en las decisiones médicas que se tomen sobre su hijo.
"Es una pesadilla que me ha destrozado la vida", lamenta Hannon, a quien el proceso le ha costado 150.000 dólares, y además debe afrontar las costas procesales.
Dennis Hannon ha acudido a tribunales y a la prensa para intentar proteger a su hijo de la industria del cambio de sexo.
El peso de los lobbys
La razón de estas decisiones judiciales es que en muchos estados la legislación estadounidense quita la custodia a los padres que se opongan a las terapias de 'afirmación de género' de su hijo, un enfoque que está empezando a cambiar en Europa. En Estados Unidos, sin embargo, la presión del Big Pharma (el lobby farmacéutico), que ha encontrado un suculento nicho de negocio en el crecimiento exponencial de las 'transiciones' y su medicación vitalicia de menores -setenta u ochenta años de facturación por paciente-, hace que el Estado usurpe la decisión de los padres si se oponen al cambio de sexo. Cuenta además actualmente con el inestimable apoyo de Joe Biden, actual ocupante de la Casa Blanca.
Según relató el propio Daily Mail, en enero una familia de Montana perdió a su hija de 14 años por oponerse a que se sometiese a un tratamiento de 'transición de género' para convertirse en chico.
Los Servicios de Protección a la Infancia aparecieron en su hogar y finalmente decidieron que la chica sufría problemas de salud mental que mejorarían con la 'transición'. Fue enviada a un centro de salud mental donde vive como si fuese un joven llamado Leo, con la cabeza rapada y llevando un binder, un top elástico que comprime los pechos.