Esta imposición (mandate en inglés, mandato o disposición ministerial) pretende que a partir de agosto de 2013 todos los empleadores, incluyendo las organizaciones católicas, paguen seguros a sus trabajadores que cubran anticonceptivos y fármacos abortivos.
La iniciativa de las manifestaciones lleva por lema Stand Up For Religious Freedom [Ponte de pie por la libertad religiosa], reúne a más de 96 organizaciones y la del viernes será la segunda ocasión en que se realiza. La primera fue el 23 de marzo y reunió en todo el país a más de 64.000 personas.
Estas protestas se suman a las demandas de 43 organizaciones católicas en todo el país -en representación de todos los ámbitos en los que sirve la Iglesia- contra la disposición abortista del Departamento de Servicios Humanos y Salud que dirige la católica y promotora del aborto Kathleen Sebelius, a quien, siendo gobernadora del estado de Kansas, su obispo le prohibió comulgar debido a su postura contra la vida.
El director de Comunicaciones de Stand Up For Religious Freedom, Matt Yonke, señaló que "hasta ahora van 154 manifestaciones en todo el país, que son más o menos diez más que las que tuvimos la vez pasada. Esperamos que más grupos se unan a nosotros antes del viernes" cuando los eventos se inicien a mediodía (hora local).La iniciativa es liderada por los directores nacionales Eric Scheidler y Monica Miller.
Poco después de las manifestaciones pacíficas del 8 de junio, los católicos se unirán a los obispos en una Vigilia por la Libertad a favor de la libertad religiosa.
Las manifestaciones buscan que las demandas presentadas ante el Tribunal Supremo le den la razón a las instituciones católicas, defendiendo la libertad religiosa y la libertad de conciencia.
En opinión de Yonke, los católicos y otros creyentes "necesitan un lugar significativo en la mesa de debate", ya que la Iglesia "ha proporcionado cuidados de salud durante miles de años. Definitivamente, tenemos algo que decir al respecto".
Tras señalar que la oposición a la disposición abortista crece cada vez más, Yonke dijo que estas manifestaciones son un intento para detener "a un gobierno que quiere imponerse sobre nuestra fe".