La archidiócesis tejana de Galveston-Houston (5,6 millones de habitantes; 1,1 millón de católicos, un 20%) bautizó o recibió como nuevos católicos a casi 2.400 adultos en la reciente Vigilia o el Día de Pascua.
Su vecina, la archidiócesis de San Antonio (2,3 millones de habitantes; 700.000 católicos; un 30% de la población) bautizó o recibió a 1.165 adultos.
La cosmopolita archidiócesis de Nueva York (5,7 millones de habitantes; 2,6 millones de católicos; un 45%) bautizó o recibió a 1.470 adultos.
Si sumamos estas tres diócesis, con una población combinada cuatro veces menor que la de Francia, vemos que bautizan o reciben a tantos conversos adultos como todo el país galo (unos 5.000, entre bautizados y retornados a la fe a través de la confirmación adulta). Tres diócesis equivalen a un país cuatro veces más grande.
Es un ejemplo del dinamismo religioso de la sociedad norteamericana, en un país donde un 44% de la población adulta profesa una convicción religiosa distinta a la que vivió en su infancia.
No hay datos completos de 2012 pero sí de 2011, difundidos por la Conferencia Episcopal norteamericana: el año pasado 43.335 adultos se bautizaron como católicos. Además, 72.859 personas ya bautizadas como protestantes ingresaron en plena comunión con la Iglesia Católica. En total, 116.000 nuevos católicos adultos. Este año probablemente haya aumentado un poco, viendo los datos de varias diócesis.
El sur de Estados Unidos vive un pequeño "boom" de catolicismo, que se puede explicar no sólo por su celo misionero o evangelizador (que existe) sino por razones demográficas y migratorias. La población del norte tiende a emigrar al sur, más soleado, y encontrar comunidades católicas razonablemente atractivas para alguien "recién llegado" (colegios, tejido social, asociaciones). También encuentran cónyuges católicos, y al casarse adoptan su fe. Así, en esta Pascua se ven resultados sureños como estos:
- Houston: 2.391 nuevos católicos adultos
- San Diego: 1.278
- San Antonio: 1.165
- Fort Worth : 1.121
- St. Petersburg: 963
- St. Louis: 846
- Palm Beach: 607
En otras regiones hay también puntos de crecimiento: Nueva York (1.470), su vecina Rockville Centre (689), la también vecina Buffalo (237); Washington, la capital, que lleva varios años haciendo campañas televisivas y parroquiales de evangelización, ve su segundo mejor resultado de la década: 1.166 nuevos católicos adultos.
Las historias de los nuevos conversos son diversas. Hay inmigrantes de países comunistas, o hijos de esos inmigrantes, hoy ya adultos, que dan el paso. Los hay que han descubierto la fe en colegios o en comunidades o a través de un pariente. Lo más común es que adopten la fe que han aprendido a amar a través de su cónyuge o novio/a. Los hay que huyen de las iglesias protestantes liberales, buscando una iglesia "seria", "exigente", "que no cambie su doctrina".
Por supuesto, no todos los nuevos conversos serán fieles fervorosos. Como explicábamos en ReL, los 70 millones de católicos norteamericanos se agrupan en 5 tipos distintos, cada uno de unos 14 millones: una quinta parte son fieles y fervorosos; otra parte cree, pero es comodona y practica poco; otra parte cree y practica, pero duda o se desentiende en temas éticos; otro grupo sólo es católico en un sentido étnico y por último hay una fracción que no es católica en ningún sentido, excepto por tener alguna abuela italiana o polaca.