Tras consultarlo con su familia, Rick Santorum tomó la decisión de dar por finalizada ayer su carrera por la nominación republicana como candidato a ocupar la Casa Blanca después de que su hija Isabella (Bella) de tres años dejara por segunda vez en esta campaña el hospital donde estuvo internada por complicaciones en un raro desorden genético que sufre.
"Este fin de semana ha sido muy difícil" ha explicado Santorum, católico de 53 años, rodeado de su familia en una rueda de prensa sostenida este martes en Gettysburg (Pensilvania). "Han sido días de rezar y de pensar y de darme cuenta de que tengo que estar más tiempo con la familia", declaró a los medios. "Son las familias fuertes las que sustentan una economía fuerte", afirmó.
Asimismo destacó su intención de "ser el mejor padre" para sus hijos, ha prometido seguir luchando "por los que no tienen voz" y ha agradecido a los que le han apoyado a lo largo de estos meses de campaña. En este sentido, ha destacado la experiencias vividas en distintos estados: "Hay mucha grandeza en este país".
Santorum fue el contendiente más difícil para el ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, quien a partir de ahora puede considerarse el candidato que el Partido Republicano proclamará para enfrentarse el 6 de noviembre al presidente Barack Obama, del Partido Demócrata, por la Presidencia.
"Comenzamos esta campaña en la cocina de casa y allí decidimos este fin de semana suspenderla. Pero no dejaremos de lucha"», señaló.
Su hija Bella nació con Trisomia 18, una grave condición genética que interfiere con el desarrollo. La mitad de los pacientes con tal condición no sobreviven más allá de la primera semana de vida.
En su intervención, quien ha sido la gran sorpresa de estas primarias aludió precisamente a lo inesperado que para muchos ha sido el gran éxito logrado en las primarias presidenciales republicanas. «Los milagros ocurren. No ha sido mi voz, ha sido vuestra voz. Ha sido la esperanza de una visión del país que no solo era económica, sino sobre la dignidad de la vida, el papel de la familia, el excesivo peso que ha adquirido Washington, el riesgo del radicalismo del islam... Es lo que algunos han llamado la campaña de las verdades inconvenientes».
Santorum tuvo el respaldo del numeroso voto evangélico republicano. Fue el candidato que más sacó a relucir el tema religioso y el único que rezó públicamente en sus actos.