El editor de temas religiosos de The Huffington Post, Paul Brandeis Raushenbush (y no sólo él) ha recomendado a Rick Santorum que no hable tanto de Dios y de su religión, puesto que podría costarle muchos votos. Pero como Estados Unidos no es una partitocracia, como España, y Santorum se debe a sus votantes y no a sus críticos ni jefes de partido, parece que seguirá hablando de Dios cuando le parezca bien.
Además, una encuesta entre 2.000 adultos llevada a cabo por Lifeway Research recientemente demuestra lo contrario: un 32% de los votantes republicanos dicen que es más fácil que voten a un candidato que expresa sus convicciones religiosas, mientras que sólo un 7% de votantes dicen que eso más bien les lleva a votar en contra.
Además, hay un 24% de republicanos que afirman que "depende de qué religión"... y es que para el votante cristiano no es lo mismo que el candidato Mick Romney hable de mormonismo a que Rick Santorum hable de catolicismo.
De hecho, Santorum no oculta su catolicismo, pero obviamente habla más bien de un cristianismo común, provida, profamilia, provalores, enraizado en la Biblia y la cultura judeocristiana.
En realidad, el voto evangélico, que miraba con gran disgusto al mormonismo de Romney y con desagrado la agitada vida matrimonial de Newt Gingrich (antiguo baptista convertido al catolicismo recientemente, por influencia de su tercera esposa), ha ido cogiendo cariño al católico Santorum, cuya vida familiar es impecable y habla sin tapujos de la defensa de la vida y la familia.
Cuando el editor de Charisma Magazine, Steve Strang, una revista que leen más de 600.000 pentecostales y protestantes carismáticos, incluyendo muchas "iglesias negras", anunció su apoyo sin reservas a Santorum, se rompió una barrera entre los votantes religiosos conservadores.
Esta semana, se sumaba a la ola el muy protestante Christian Post, con un artículo titulado "Seis políticos católicos que parecen evangélicos" poniendo a Santorum en el primer lugar: de hecho, Time Magazine ya cometió en 2005 el error de clasificarlo como evangélico. [Los otros 5 son: Jeb Bush, ex-gobernador de Florida, converso del episcopalianismo al catolicismo de su esposa en 1995; Newt Gingrich; Bobby Jindal, gobernador de Lousiana, converso del hinduismo al catolicismo en la universidad; y el juez del tribunal supremo Clarence Thomas].
Quedan personalidades evangélicas como Franklin Graham (hijo del famoso Billy Graham) que aún no se han manifestado respecto a las primarias... excepto para poner en duda la figura del candidato mormón, por ser poco conservador. Santorum sabe que si consigue algunas victorias más (como en Arizona, con mucho voto católico), puede conseguir ese espaldarazo, que incluirá dinero para seguir su campaña. Podría haber incluso apoyos dramáticos, como el de Rick Warren, que fue quien dirigió el rezo del Padrenuestro en la toma de posesión de Obama.
Recientemente alguien rescató de las hemerotecas digitales un discurso de Santorum de 2008 en el que aseguraba que el demonio estaba atacando Estados Unidos, y que ya había logrado victorias en el mundo académico, entre el protestantismo "mainstream" (es decir, iglesias cada vez más liberales, como los episcopalianos, luteranos, metodistas...) y entre los "fundamentos" y el "gobierno" de Estados Unidos. El discurso tuvo lugar en la catolicísima Universidad Ave Maria de Florida (donde da clases Joseph Pearce, el biógrafo de Tolkien, Chesterton y Roy Campbell), con una audiencia católica convencida y militantemente pro-vida y pro-familia.
Santorum no se ha arrepentido de sus declaraciones y ha repetido que se mantiene firme en sus creencias. "Si por ser una persona de fe y creer en el bien y el mal hay que ser descalificado para el cargo de presidente, vamos a tener muy pocos candidatos a ese cargo", declaró. Pero también dijo que los ciudadanos en esta campaña quieren hablar de los problemas del país, no de sus conferencias de hace 4 años en universidades religiosas.
En las televisiones los cómicos se han referido al asunto y aseguran que "si Santorum es presidente declararemos la guerra al infierno, sólo hay que apuntar los misiles en sus silos hacia abajo".
Pero el caso es que el candidato conservador ha recaudado 6 millones de dólares en lo que va de mes y está logrando aglutinar al voto religioso republicano hablando de Dios.
Otro asunto distinto será si llega a proclamarse como candidato del Partido Republicano y tiene que enfrentarse a Obama en las presidenciales. Ahí, el estudio de Lifeway Research es claro: el 55% de los votantes demócratas se sienten reacios a votar a quien hable de su religión (sólo el 4% de los demócratas valoran la claridad en ese tema) y un 23% de los independientes también se sienten incómodos con ello (frente a un 16% que lo aprecian).
Si Santorum finalmente llega a enfrentarse a Obama, hablará poco de Dios. Al menos, durante un tiempo.