La actuación de la rapera Nicki Minaj el domingo en la gala de los premios Grammy generó el rechazo de una organización católica de EE.UU., que criticó hoy a la artista y la Academia de la Grabación por considerar irrespetuoso un espectáculo que incluyó a un falso papa y un exorcismo.
En un comentario realizado en la página web del grupo Catholic League, su presidente, Bill Donohue, calificó la actuación de la trinitense Nicki Minaj de un "ataque" al catolicismo marcado por las connotaciones sexuales y con el beneplácito de la entidad que concede los galardones.
"Nada de esto fue un accidente y todo estuvo aprobado por la Academia de la Grabación. Si Minaj está poseída es seguramente una pregunta abierta, pero no cabe duda de la irresponsabilidad de la Academia de la Grabación. Nunca permitirían a un artista insultar el judaísmo o el islam", aseguró.
Minaj acudió a la ceremonia, donde optaba al premio de mejor artista novel, ataviada con un vestido rojo de Versace que simulaba el diseño de un hábito de monja y acompañada de un hombre disfrazado de papa.
Durante la gala, la rapera de 29 años cantó su tema "Roman Holiday", en el que interpretó a una joven endemoniada, rodeada de iconografía cristiana y de un grupo de bailarines a modo de monjes.
Su actuación que pareció emular un exorcismo, en el que intervino el supuesto papa, incluyó un momento en el que Minaj pareció levitar sobre el escenario.
"Seguramente la parte más vulgar fue la declaración sexual que mostró a una bailarina ligera de ropa estirándose hacia atrás mientras que un monaguillo se arrodillaba entre sus piernas para rezar", dijo molesto Donohue.
El presidente de Catholic League, una organización creada para velar por el respeto a la Iglesia Católica en EE.UU., consideró que la actuación de Minaj se sumó a la lista de "ataques" a los católicos en un país donde ya mantienen una "lucha por sus derechos" frente a un Gobierno en Washington "hostil".
Nicki Minaj aseguró hoy en un programa de radio que su espectáculo en los Grammy tuvo como referencia a la cantante Madonna, con quien actuó en la pasada edición de la Super Bowl.