La ofensiva laicista es de tal magnitud en todo el mundo occidental, que incluso en Estados Unidos, país constitutivamente creado en torno a la libertad religiosa, ésta se halla en peligro.
Hasta tal punto, de que el caballero supremo de la influyente asociación católica Caballeros de Colón, Carl Anderson, ex consejero de Ronald Reagan, señala ese punto como decisivo a la hora de orientar el voto católico en las elecciones presidenciales de noviembre de 2012.
"Si los católicos quieren saber lo que es realmente importante, deben consultar a los obispos. Y éstos están actuando en una forma que da a entender que la libertad religiosa es un asunto muy importante para ellos. Si miramos lo que está pasando en los últimos dos años, es muy significativo", dice Anderson.
A lo que se refiere es a lo siguiente: "Siempre ha habido organizaciones que querían expulsar a las organizaciones religiosas de la vida pública o excluir de ella la influencia religiosa. Lo que parece estar sucediendo ahora es que ese intento tiene al gobierno federal detrás en cada vez más ocasiones".
La regulación de los hospitales católicos, por ejemplo, apunta a que sólo se permitirá la cláusula de conciencia a los profesionales si el número de no-católicos que atiende es pequeño, lo que en la práctica puede conducirles a la inexistencia o a la irrelevancia.
"Es el punto más importante ahora, porque afecta a la vida de la Iglesia y a la forma católica de vivir la vida", explica Anderson en una entrevista que publica este jueves National Catholic Reporter.
"Hay otros asuntos importantes ahora para los católicos", añade: "La protección de la defensa del matrimonio, la protección del derecho a la vida, tanto en términos de la cuestión de aborto como en términos del suicidio asistido y la eutanasia. Pero, en cierto sentido, estos puntos -que no digo que sean igualmente importantes- afectan a la justicia y a la moral, mientras que la libertad religiosa afecta a la posibilidad para la Iglesia de existir y para los católicos de vivir su fe".
Aunque Anderson reconoce que la economía será el factor decisivo para la elección entre Barack Obama y el contrincante republicano que surja de las primarias que arrancan el 3 de enero en los caucus de Iowa ("todos ellos virtualmente provida", apunta), "una elección se decide por un dos o tres por ciento del voto electoral", por lo cual hay margen para la influencia: "El número de votantes para los cuales es decisiva una posición provida es dos o tres veces mayor que el número de votantes para los cuales es decisiva una posición proaborto".