ha vuelto a ser noticia. En abril ganó el concurso convocado por varias diócesis norteamericanas para explicar, en un vídeo de sólo un minuto, qué es la confesión y cuál es su valor para borrar por completo, si hay arrepentimiento, los pecados cometidos.
Y ahora sus realizadores, Melinda Collins y George Simon, han venido a España para asistir, como dos jóvenes más que son, a la Jornada Mundial de la Juventud. Son estudiantes en la universidad John Paul the Great de San Diego (California), una institución académica de nuevo cuño destinada a formar a jóvenes católicos en la utilización de los nuevos medios de comunicación y las nuevas tecnologías aplicadas a ellos.
Hicieron el vídeo en muy poco tiempo, urgidos por la prisa de presentarse al concurso, cuyo premio de 25.000 dólares era un buen acicate también para George, que estaba pensando dejar los estudios por dificultades económicas: tiene siete hermanos.
Providencialmente, algunas clases a las que tenía que asistir Melinda fueron suspendidas, lo que les dejó un hueco precioso para hilvanar la idea, que la noche anterior habrían pergeñado en una intensa tormenta de ideas. Al final, 98 planos dieron lugar a una pequeña maravilla que interpretó la misma Melinda, a quien su parte de premio le permitió también venir a la JMJ.
Ambos han rodado en Madrid un reportaje sobre el evento, que consideran "la mayor bendición que podía imaginar", según Melinda, y "un regalo del Espíritu Santo al poder compartir experiencias con otros católicos que luchan por su fe", según George. Previamente hicieron los últimos cien kilómetros del Camino de Santiago.
Un agosto tan fructífero para ellos como ha sido su vídeo para miles de personas.
Lo ofrecemos a nuestros lectores. La historia es sencilla: una chica está leyendo una revista de moda, cuando ve que le aparece escrita en la cara la palabra "Envidia". Al ir a quitársela van apareciéndole por el cuerpo otros pecados: "Vanidad", "Mentira", "Odio", "Desesperación", "Orgullo"... El desenlace, al final.