En la zona conocida como Zona Cero ya no hay sitio para la cruz. Ni siquiera dentro del museo- símbolo dedicado al 11 de septiembre de 2001. A menos de dos meses para que se cumpla el décimo aniversario de los atentados, Zona Cero sigue siendo una herida abierta para los Estados Unidos.
Una asociación en defensa de los derechos de los ateos presentó una denuncia formal contra las autoridades Estadounidenses por haber decidido introducir una cruz-símbolo del Zona Cero entre los restos custodiados en el Museo que se está construyendo en memoria de la tragedia.
La cruz es lo que queda de una viga de acero que ha permanecido clavada durante meses en el corazón de los escombros. Ante esa cruz de polvo, cemento y acero, los trabajadores y los fieles se recogían en oración de manera espontánea durante los meses que siguieron a la tragedia, a tal punto que la World Trade Center Cross, como ha sido llamada, se ha convertido en un símbolo. Cuando quitaron los escombros entre los cuales se encontraba, fue trasladada una iglesia cercana.
Hoy -por decisión de los responsables del museo- la cruz formará parte de la colección del National September 11 Memorial and Museum. Pero como el Memorial Museum está financiado con fondos del gobierno, la decisión ha sido considerada una ofensa: esta cruz -sostienen- es un símbolo religioso de la cristiandad y como tal, según la asociación American Atheists, viola tanto la Constitución de los Estados Unidos como la legislación del estado de Nueva York sobre los derechos civiles.
Por lo tanto no puede permanecer en un museo-símbolo estadounidense como el que será dedicado al 11 de septiembre, y con estos argumentos la asociación ha presentado una denuncia contra el alcalde de New York, Michael Bloomberg, y contra otros organismos gubernamentales, acusándoles de haber tomado una decisión «anticonstitucional».
La iniciativa provocó que algunos grupos conservadores reaccionaran con indignación, entre los que destaca la asociación American Center for Law and Justice, especializada en la "defensa del interés público", que presentó una cotra-denuncia, diciendo que es indignante una postura tan extrema.
La denuncia por la inconstitucionalidad de la World Trade Center Cross es sólo la última de una serie de polémicas relacionadas con el Zona Cero, un lugar que, por su carga simbólica, provoca desde hace años muchas de las tensiones culturales en los Estados Unidos.
La más evidente es la que tiene que ver con la construcción de una mezquita y un centro islámico en la zona de Zona Cero. El alcalde, Michael Bloomberg, se declaró a favor de la construcción de la mezquita, porque el reconocimiento y la defensa de la libertad religiosa son el «símbolo mismo» de una ciudad como Nueva York. Pero algunos grupos conservadores se oponen a la mezquita, sosteniendo que su construcción a pocos pasos del Zona Cero da muestras de una falta de sensibilidad hacia las víctimas del 11 de septiembre.