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Al celebrarse ayer el 235° aniversario de la independencia de Estados Unidos, el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gómez, recordó las raíces cristianas de este país así como la fuerte influencia de los misioneros españoles que llevaron la fe católica a esas tierras.

En un artículo escrito el 1 de julio en su columna del diario arquidiocesano The Tidings, el Arzobispo de origen mexicano señaló que "aunque fue fundada por cristianos, Estados Unidos se ha convertido en una sorprendente diversidad de culturas, religiones y modos de vida".

Esta diversidad, indicó el Prelado que tiene a su cargo el gobierno pastoral de más de 4 millones de católicos con la ayuda de seis obispos auxiliares, "florece precisamente porque los fundadores de nuestra nación tenían una visión cristiana de la persona humana, de la libertad y la verdad. Es una creencia estadounidense considerar que los hombres y las mujeres son creados iguales, con el derecho dado por Dios a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad".

Mons. José Gómez explicó que este legado fue recibido de parte del Beato Junípero Serra y sus hermanos misioneros que evangelizaron las tierras de Estados Unidos. El P. Serra fue un sacerdote franciscano que vivió entre 1713 y 1784, fundó nueve de las 21 misiones de California y está actualmente enterrado en la misión de San Carlos Borromeo en este estado.

El Arzobispo Gómez, que escribió esta columna en Roma (Italia) luego de recibir el palio episcopal de manos del Papa Benedicto XVI el pasado 29 de junio, dijo además que los católicos en Estados Unidos deben considerar el aniversario de la independencia (4 de julio) y el de la memoria de Fray Junípero Serra (1 de julio) como "una sola fiesta".

"La historia de Estados Unidos comienza con esos misioneros españoles. Nuestro carácter nacional e identidad están profundamente marcados por los valores del Evangelio que trajeron a esta tierra", resaltando como ejemplo de esto la cantidad de lugares que tienen nombres relacionados a santos, sacramentos y otros temas de la fe.

"La Misa –continuó– ya se celebraba desde muchos años antes de la Declaración de Independencia y la Constitución", dijo luego y destacó que este legado de los misioneros es parte de la identidad de la Arquidiócesis de Los Ángeles.

Ya que "California estuvo entre los primeros lugares de la evangelización de Estados Unidos, California debe convertirse en líder de la nueva evangelización en el país", anotó el Arzobispo.

Finalmente Mons. Gómez resaltó que "la luz del Evangelio es aún lo más importante para Estados Unidos. Por eso, nuestro país necesita que cada uno de nosotros seamos realmente misioneros" y pidió a los católicos rezar por la renovación espiritual del país.