Los obispos de Estados Unidos están muy divididos a causa de la conveniencia o no de negar la comunión a políticos que defienden abiertamente o promueven el aborto, especialmente por el presidente Joe Biden, católico practicante y que quiere comulgar a pesar de proponer la agenda abortista más radical en la historia de su país.
Públicamente, varios obispos avisaron sobre que se le debe negar la comunión mientras que otros defendieron que se le debía ofrecer. Así llegó la asamblea de la Conferencia Episcopal que se celebró la pasada semana, donde un grupo de obispos se negaba a que se debatiera un documento sobre la coherencia eucarística que, entre otras cosas, abordase cuestiones como la de negar la comunión en estos casos.
Entre los que no querían que se debatiese un texto de estas características había varios cardenales. Sin embargo, en la votación del 17 de junio, 168 obispos votaron a favor de la redacción del documento, 55 votaron en contra (entre ellos cardenales como Gregory, Cupich o Tobin) y seis se abstuvieron.
Durante horas de debate, 43 obispos compartieron su opinión sobre si era conveniente publicar este documento, pero aunque no ha habido unidad un 75% de los obispos sí ve claro que se debe hablar de la coherencia eucarística en estos momentos.
El encargado de redactar el texto será el obispo Kevin C. Roadhes, de Fort Wayne, que preside el Comité de Doctrina de la Conferencia Episcopal de EEUU y que es uno de los más firmes opositores a que Biden reciba la comunión. En el mes de noviembre el borrador será sometida a votación.
Los obispos de EEUU han votado sobre la redacción del documento (aunque en esta ocasión la reunión fue online)
En una entrevista con Our Sunday Visitor, monseñor Roadhes defendió la importancia de hablar claro sobre la Eucaristía en la sociedad de hoy. “Existe una gran necesidad de un avivamiento eucarístico en la Iglesia, una comprensión más profunda del misterio eucarístico y su centralidad en nuestra vida”, explica.
De este modo, aclara que “dentro del apartado de la Eucaristía como misterio a vivir, surge el tema de la coherencia eucarística. Estamos llamados a vivir lo que recibimos, a vivir en consonancia con el amor de entrega de Jesús que se hace presente en el sacrificio eucarístico. Esto está relacionado con nuestro llamado a ser discípulos misioneros. En nuestro tiempo y cultura actuales, existe la tentación de privatizar nuestra fe o de separar nuestra celebración y recepción de la Sagrada Comunión de nuestra responsabilidad de vivir en comunión con la Iglesia y vivir vidas que sean consistentes con el significado profundo de la Eucaristía, el sacramento de la caridad”.
El comité episcopal redactará el documento, cuyo tema está siendo de trascendencia mundial Luego, lo compartirán con otros comités del episcopado estadounidense para recibir sus sugerencias y observaciones. Más adelante enviarán el borrador a la Congregación para la Doctrina de la Fe. “Más importante aún –agrega el prelado- es que a lo largo de este proceso estoy orando especialmente al Espíritu Santo para que derrame sus dones de sabiduría y consejo mientras preparamos el texto. También he pedido a muchos fieles que recen por nosotros en los próximos meses”.
Por qué hablar de coherencia eucarística
Sobre la petición de varios obispos y cardenales de que en el documento no se incluyera el apartado que más directamente podía afectar a políticos como el presidente Biden, monseñor Rhoades recuerda: “no creo que podamos presentar la enseñanza completa sobre la Eucaristía sin incluir la sección sobre la Eucaristía como un misterio a vivir y, dentro de esa sección, la llamada a la coherencia eucarística. Esto está relacionado con la disciplina de la iglesia que se remonta al Nuevo Testamento. San Pablo escribió a los corintios: ‘Quien coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, tendrá que responder por el cuerpo y la sangre del Señor. Una persona debe examinarse a sí misma, y así comer el pan y beber la copa. Porque el que come y bebe sin discernir el cuerpo, come y bebe juicio sobre sí mismo’ (1 Co 11, 27-29)”.
Del mismo modo, el obispo de Fort Wayne explica que “la tradición de la iglesia a lo largo de los siglos ha incluido la disciplina sobre la recepción de la Sagrada Comunión. Esa disciplina se expresa hoy en los Cánones 915 y 916 del Código de Derecho Canónico y los Cánones 711 y 712 del Código de Cánones de las Iglesias Orientales. En nuestro documento, esperamos presentar una comprensión clara de por qué la iglesia tiene estas leyes, explicando la profunda enseñanza que es la base de estos cánones”.
Del mismo modo, monseñor Rhoades insiste en que el texto no se prepara para impedir comulgar a Biden u otros políticos abortistas sino que “este documento estará dirigido a todos los católicos. Todos estamos llamados a una conversión continua y a la coherencia eucarística. Todos estamos llamados a salir de la Misa para glorificar al Señor con nuestra vida, para dar testimonio de Cristo en nuestras palabras y acciones. Estamos llamados a dar testimonio del Evangelio de la vida y a respetar y defender la vida y la dignidad de toda persona humana, incluido el niño en el útero.
“El Catecismo (de la Iglesia Católica) enseña que la Eucaristía nos educa en el amor y nos compromete con los pobres. El Papa San Juan Pablo II, el Papa Benedicto XVI y el Papa Francisco han escrito maravillosamente sobre las implicaciones sociales de la Eucaristía. Espero que nuestro documento destaque esto. Es importante que entendamos que, como escribió el Papa Benedicto, ‘el culto que agrada a Dios nunca puede ser un asunto puramente privado’”, agrega.
Los demócratas de EEUU y algunas personalidades de la Iglesia critican que este documento de la Eucaristía se ha convertido “en un arma”. Ante estas acusaciones, el responsable de redactarlo insiste en que “la enseñanza de la Iglesia sobre la coherencia eucarística honra la presencia del Señor en el Santísimo Sacramento y nos ayuda a comprender que la Eucaristía es un misterio que hay que vivir. La Eucaristía es un regalo asombroso del Señor que estamos llamados a recibir con humildad y gratitud y que el Señor nos ha dado como alimento para nuestras almas. La noción de coherencia eucarística nos recuerda que debemos estar debidamente dispuestos a recibir la Eucaristía. Esto incluye la comunión eclesial y el asentimiento al depósito de la fe contenido en la Escritura y la tradición, que los apóstoles confiaron a la Iglesia. La coherencia eucarística implica nuestra comunión con el cuerpo místico de Cristo, la iglesia, que construye el cuerpo eucarístico de Cristo”.