En la lista negra, se incluyeron también China, Birmania, Sudán, Cuba, Marruecos, Venezuela, Corea del Norte o Somalia. Sobre Afganistán, el documento subraya que «los grupos no musulmanes minoritarios, particularmente los cristianos, hindúes y sij, han sido el blanco de actitudes intolerantes. Las relaciones entre diferentes sectas musulmanas es difícil y los miembros de la minoría chií siguen enfrentándose a la discriminación de la población suní», se puede leer en el documento de Libertad Religiosa 2010.

Sobre China, miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, destaca que «prohíbe algunos grupos religiosos. El trato a las diferentes agrupaciones varía alrededor del país, algunos incluso están en prisión», se destaca.

También se acusa a Pekín de restringir las prácticas religiosas de budistas, católicos, musulmanes y protestantes.

Sobre Irán, destaca que el Gobierno respeta las minorías religiosas. Pero advierte de que sufren el acoso de los medios de comunicación, controlados por Teherán.

Mientras, hace hincapié en el caso de Corea del Norte, donde «la libertad religiosa genuina no existe». En el caso de Pakistán, aliado en la lucha contraterrorista de EE UU, se resalta que «la Constitución establece el islam como religión del Estado y requiere que las leyes respeten este credo. El Gobierno ha mejorado el tratamiento a las minorías religiosas, pero todavía existen problemas serios». También se resalta el incremento de la violencia contra cristianos y ataques terroristas en Lahore. Además, «hay ejemplos de casos de abuso de la autoridades contra miembros de grupos religiosos que han sido detenidos».