Primero fue la pandemia y luego las pérdidas millonarias. Después llegó la oleada woke, un tren al que el gigante del entretenimiento se subió sin dudarlo impulsando propuestas destinadas a minorías raciales y de género. Y mientras, la aventura del streaming y el metaverso. En vísperas de su 100 aniversario, está por ver si se trata de una crónica de una muerte anunciada, pero Disney ya no es capaz de ocultar los numerosos frentes que amenazan la compañía. El último, confirmado a comienzos de esta semana, se trata del fin de su división de desarrollo del metaverso.
Según informó Wall Street Journal este 28 de marzo, los cincuenta miembros que conformaban la división liderada por Mike White han perdido su trabajo. Y esto es solo la antesala de tres rondas de despidos que dejarán a 7.000 empleados en la calle durante los próximos tres meses.
Hace tan solo unos días cundió el pánico en una compañía en la que nadie está a salvo, después de que el director ejecutivo de The Walt Disney Company, Bob Iger, explicase la medida en un comunicado de prensa interno hace tan solo unos días.
"Esta semana, comenzamos a notificar a los empleados cuyos puestos se ven afectados por las reducciones de personal de la empresa. Los líderes comunicarán las noticias directamente al primer grupo de empleados afectados durante los próximos cuatro días. Una segunda ronda más grande de notificaciones tendrá lugar en abril con varios miles de reducciones de personal más, y esperamos comenzar la ronda final de notificaciones antes del comienzo del verano para alcanzar nuestro objetivo de 7000 puestos de trabajo", detalló.
Disney+, el origen de los despidos
El objetivo del recorte es reducir los gastos en alrededor de 5.500 millones de dólares, explica el mismo diario. Aunque White no ha prestado declaraciones, los motivos de esta drástica decisión apuntan a un intento de paliar los estragos que Disney+ está generando en la compañía.
Según informó recientemente Discussing Film, un posible motivo de los recortes sería la pérdida de 2 millones de suscriptores en la plataforma desde comienzos de año.
Entre los motivos de la fuga, los propios usuarios destacan las pocas novedades mensuales, la falta de calidad o madurez de muchos de sus contenidos o incluso el incumplimiento de la promesa por parte de la plataforma de hacer lanzamientos y estrenos antes de pasar por la gran pantalla, a lo que renunció finalmente. A todo ello se suma la preparación de una subida de precios en las tarifas así como la llegada de los anuncios a la plataforma en cada vez más países, según Cinco Días.
En términos absolutos anuales, aunque Disney+ siguió aumentando el número de suscripciones a su plataforma, perdió 4.000 millones de dólares en el segmento de venta directa al consumidor, mientras que el valor de las acciones del grupo se desplomó un 40%.
Batacazos -LGBT- en la gran pantalla
Un elemento a mencionar son los fracasos en la gran pantalla de la gran compañía a lo largo del último año.
El primero fue protagonizado por Lightyear, estrenada en junio de 2022. Su recaudación, de unos 226 millones de dólares entre Estados Unidos y el mercado internacional, se trató de la más baja desde Cars2, teniendo en cuenta que el presupuesto asignado fue de 200 millones.
No fue el único batacazo de la compañía este año, ni el más sonado. Aún peor fue el de Strange World, que contó con un presupuesto de 180 millones de dólares y recaudó poco más de 30 en su primera semana en cines. El 1 de enero de este año, mes y medio después de su estreno en cines y una semana después de estrenarse en Disney+, no había alcanzado los 67 millones de dólares, muy lejos de cubrir el presupuesto asignado. En total apenas superó los 73 millones de recaudación, perdiendo más de 100.
2022, años del primer beso lésbico y la primera pareja homosexual
Aunque no se puede afirmar que exista una relación directa, ambas cintas generaron una fuerte polémica desde meses antes de su estreno en cines por el mismo motivo: la agenda woke y LGBT.
Respecto a Lightyear, meses antes de su estreno informamos en Religión en Libertad de cómo una vez más la compañía de entretenimiento se plegaba a las demandas del lobby LGBT introduciendo un beso lésbico en la película tras haberlo retirado previamente. La decisión tuvo lugar después de que se hiciese público el primer corte de la escena, cuando un grupo de empleados afines al lobby denunciaron que lo que a su juicio son "bellas historias llenas de personajes diversos" son sometidas a "la revisión corporativa de Disney".
Aunque no fue la primera vez en que Disney divulgó esta temática -en Onward (2020), la policía Lena Waithe menciona a su novia y en Toy Story 4 dos madres aparecían despidiéndose con un abrazo de su hijo en la guardería- si era la primera ocasión en que aparecía un gesto lésbico explícito.
La de Lightyear tampoco fue la última. Con el estreno de Strange World, Disney dio un paso más y en lugar de una escena concreta, uno de los hilos conductores de la película fue una relación homosexual. Y no se puede decir que no hubiesen avisado: según avanzó oficialmente su diseñador Matthieu Saghezchi antes del estreno, Strange World iba a tratarse de la primera película de Disney con una relación abiertamente homosexual.
Así lo expuso en su cuenta de Twitter:
“Acabo de dar el primer vistazo a #StrangeWorld de #Disney en el festival #Annecy2022. ¡Presenta el primer romance adolescente abiertamente gay en una función de Disney! #RepresentationMatters”, escribió meses antes.
Y agregó: “La escena describe al hijo siendo muy tímido frente al chico que le gusta, y su padre entra y dice ‘¡encantado de conocerte! mi hijo habla de ti todo el tiempo’ y avergüenza aún más a su hijo. Muy lindo”.
El mismo Saghezchi es consciente de que el descalabro en taquilla por este motivo podía volver a llamar a la puerta de Disney después del de Lightyear, pero promover la cultura gay para "salvar vidas" era más importante, según sus propias palabras. La relación homosexual era solo uno de muchos otros ingredientes woke a lo largo de la película, como es la aparición de una miríada de mujeres empoderadas y fornidas luchadoras o la presentación del mundo en ruinas por culpa del hombre.
"Un nuevo sheriff" en Florida frente a la ideología de género
Otro de los elementos que contribuye a este proceso y dificultará el crecimiento económico de Disney será la medida anunciada por el gobernador de Florida (EE.UU) Ron DeSantis, que desde el mes de junio retirará a Disney el autogobierno de su parque temático en virtud de la ley que prohíbe educar a los niños en ideología de género, tomando el estado el control de la zona.
"Hay un nuevo sheriff en la ciudad y la rendición de cuentas estará a la orden del día. Hoy el reino corporativo finalmente llega a su fin", expresó DeSantis durante la aprobación de la ley que despoja a Disney de su autonomía para gestionar sus instalaciones.
La nueva ley acaba con una norma especial de 1967 que permitía a Disney actuar como un gobierno local, con sus propios impuestos, bonos, servicios de limpieza, tratamiento de aguas residuales, protección contra incendios o inspección de edificios.
"Si Disney quiere pelear, eligió al tipo equivocado. Una empresa de California no dirigirá nuestro estado. Fui elegido gobernador para poner a la gente de Florida en primer lugar, y no permitiré que una corporación con sede en California dirija nuestro estado", expresó el gobernador.
Con casi 80.000 empleados, Disney es uno de los grandes motores económicos de Florida. Su parque de atracciones de Orlando es uno de los destinos turísticos más populares del país. El estado de Florida deberá hacerse cargo de los mil millones de dólares en bonos respaldados por el distrito y de los servicios que la compañía brindaba hasta ahora.
La postura del gobernador en temas como el aborto o la ideología de género siempre ha sido muy clara. DeSantis se reconoce católico, ha firmado varias leyes restrictivas del aborto y no ha temido el enfrentamiento directo con Planned Parenthood.